-Ahh... esto es genial- suspiraba muy relajado el menor de los Asakura.
Todos estaban sentados en la mesa, Ren recostado contra una pared escuchando disimuladamente como Ponchi y Conchi acosaban a Megumi, con ganas de partirlos en dos, Horo y Chocolove hablaban del combate, Fausto se echaba una siesta, Anna bebía té muy serena y los demás estaban en sus mundos
-Al principio no estaba seguro de cómo iba a terminar todo, pero al menos ganaron y ahora pueden darse un descanso- Continuó hablando el castaño
-Heh tu broma no fue nada graciosa- se burló el norteño
-¿¡La broma de quién no fue graciosa Horo Horo!?- Reclamaba ofendidísimo el moreno
- No fue nada graciosa- Opinó Anna inmutable
-¿Cual era la gracia?- Cuestionó Ryu
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Aquella voz los hizo a todos prestar atención.
-¡Chicos!- Saludó sorpenedida la castaña al par de músicos con lo que combatieron recientemente sus amigos
-¡Boz!- Reaccionó Yoh
-¿¡Qué hacen aquí!?- Preguntó escandalizado Ryu
-Estamos aquí para darles las gracias
-Además hemos renunciado al nombre de Boz y ya seguimos al señor Hao
-¿Por qué?- Preguntó Yoh desconcertado
-Después de todo somos sólo unos monjes
Entonces contaron la historia de cómo se volvieron seguidores de Hao. A decir verdad fue muy simple, un día Hao hace varios años apareció frente a ellos y les dijo que los llevaría lejos y simplemente aceptaron
-¡Qué rapidez!- se sorprendió Manta
-Haha que historia tan simplona- rió la castaña
-Princesa Megumi, nos alegra verla
-Sí, usted siempre ha sido muy agradable con nosotros, aún sin conocernos- Reconocieron los músicos
- No digan eso, ustedes son personas adorables
-¿Megumi los conocía?- Preguntó el más bajito de todos
-princesa Megumi...- Dijo cabizbajo el rubio de Boz
-¿podríamos dejar de llamarla princesa? Es que en verdad no nos gustaría que una persona tan agradable y radiante como usted en verdad terminara junto a alguien como Hao- dijeron algo disgustados. Ren frunció un poco el ceño ante aquello
-Claro que sí- sonrió enternecida. Ryu hacía gestos y caras de celos muy graciosos
-¿A qué vinieron? - preguntó Horo
-¿Cómo están ustedes?- Preguntó más seria la "princesa"
- Nos alegra estar aún vivos
-Por eso hemos venido a darle las gracias al señor Chocolove por darnos esta segunda oportunidad
