Narra Riney
Todos tienen recuerdos preciados, donde están con sus familias y son amados. Podría decir que soy igual a ellos, pero mi primera memoria fue a los 6 años cuando desperté en un callejón en la ciudad de Reslond; no recuerdo nada antes de eso.
Golpeada, asustada y con frío a la espera de la muerte.
¿Qué monstruo podría herir a una niña de 6 años? Herirla tanto hasta el punto de que pierda el conocimiento.
La lluvia caía a cantaros, ni siquiera podía levantarme para refugiarme de ella y mi cuerpo se sentía débil. No sé cuánto tiempo pasó, las heridas empezaban a doler y la lluvia parecía no tener fin. Mi vida había llegado hasta aquí, eso es lo que comenzaba a creer y mis ojos no soportaban estar abiertos durante más tiempo, así que me deje ir en un sueño profundo.
Cuando desperté por segunda vez, lo primero que observé fue el cielo oscuro; había anochecido. Con las pocas fuerzas que me quedaban me incorporé lo suficiente para llegar a una pared del callejón y recargarme, a lo lejos divisé una sombra de un hombre con un paraguas, se acercaba a mi dirección. El temor me consumió.
¿Qué quería aquel hombre? ¿Me haría daño?
Mi mente no dejaba de divagar sobre lo que podría sucederme. Se acercó a mí y se arrodilló para estar a mi altura y me miro a los ojos con curiosidad. Su cabello castaño caía en sus ojos pues era algo largo y su mandíbula bien definida estaba cubierta por barba.
— ¿Qué te ha ocurrido, niña? —me miró esperando una respuesta pero tenía miedo de él, no sabía que me había pasado. Como no respondía el continuo hablando. — No te hare daño, estas a salvo conmigo, solo quiero ayudarte dime ¿Cuál es tu nombre? —dijo.
A pesar de su aspecto sus ojos oscuros brillaban dando algo de calidez, deseaba responderle pero no comprendía del todo sus palabras. ¿Dijo nombre? ¿Mi nombre? yo no podía recordar nada...
Mi cuerpo comenzó a temblar, así que cerré mis ojos para tratar de calmar mis extremidades. Mi cabeza empezaba a doler, y se escuchaban risas, y una voz dulce."Riney, mami te ama, lo sabes ¿no?"
Mi corazón comenzaba a palpitar. ¿Riney? ¿Quién era ella?
Abrí mis ojos esperando que llegaran las respuestas a mis preguntas. Y ahí estaba aquel hombre, en la misma posición esperando a que hablara.—Escucha, no sé qué te ocurrió pero debemos irnos de aquí, estas lastimada. Si no quieres decirme tu nombre, al menos deja que te...—Riney —lo interrumpí antes de que terminara. Me vio con cara de confusión. —Mi nombre es Riney, ¿Cuál es el tuyo?—dije. Sonrió y acerco su paraguas hasta cubrirme de la lluvia, dejándolo sin protección a el de ella.
—Mi nombre es Rajib.—Es un nombre extraño—reí.
—Lo es—confirmó con una sonrisa.Ese fue mi primer recuerdo y el hombre al que temía que me hiciera algún daño, me salvo la vida, y no solo eso.
Cuando Rajib me acogió, mi vida cambio para siempre. La primera semana que estuve con él fue la más difícil ya que me negaba hablar con alguien; estaba asustada y mantuve un voto de silencio durante las siguientes semanas.Rajib siempre me hacía compañía en sus ratos libres, pero no siempre podía acompañarme ya que era una persona importante. No lo sabía en ese entonces, pero él era el líder de uno de los gremios comerciantes más famosos en el reino. Y a falta de tiempo, Rajib le pidió a su esposa que cuidara de mí en su lugar.
Emer era una mujer atractiva, había algo en ella que la hacía elegante y hermosa—en especial, sus enormes ojos oscuros—. Entendía completamente por qué se enamoró mi benefactor. Había algo más en ella, y es que su gentileza y humildad es lo que la convertían en una persona admirable.
En el tiempo que estuve con Emer, no salía de la habitación, simplemente porque me daba miedo. Pero el día que salí, me asombre de lo enorme que era la casa, o debería decir mansión. Emer me explico que los miembros del gremio tenían que vivir todos juntos y era por eso que era un lugar muy grande; era por seguridad.Era demasiado pequeña para saber que mi benefactor no era solamente un simple comerciante, y descubrí su verdadera cara después de un tiempo. Rajib hizo lo mejor que pudo para explicar a una niña de seis años que algunas veces su trabajo consistía en luchar contra personas malas para mantener la paz en el país.
En ese entonces yo solo comprendía un pequeña parte de lo que significaban sus palabras. Para mi no era importante lo que hicieran, después de todo ellos salvaron mi vida.Todos en el gremio ya me conocían, me cuidaban y me trataban como si fuera parte de ellos. Rajib intento ocultar mi existencia al público en general pues era peligroso que otros supieran de mi, ya que Rajib y Emer no tenían hijos. Aunque con el tiempo la información de que había una niña pequeña en el gremio comenzó a circular por todos lados, y con ello comenzaron los ataques. Mi existencia no podía ocultarse por más tiempo, así que Rajib me adoptó oficialmente para protegerme de sus enemigos.
Así pase de ser solo Riney a ser Riney Elizabeth De'ath
Quien quiera llevar la corona debe soportar su peso.
No recibí una corona, pero si un apellido que se sentía como una. Al ser la única hija de Rajib y Emer, me convertí en la heredera de todo.
Padre decidió que tenía que entrenar y aprender sobre el gremio y sus responsabilidades. Me educaron para ser la próxima líder, primero tenía que aprender a ser una dama ante los ojos de los demás pues al ser la persona al mando requería el ir a reuniones aburridas y a fiestas con posibles aliados. Lo segundo era el entrenamiento donde aprendería a luchar pues tenia que sobrevivir a este nuevo mundo. Durante los últimos 11 años se me ha enseñado todo tipo de lucha: arquería, lucha cuerpo a cuerpo, esgrima, el arte de los venenos, idiomas y camuflaje. Según mi padre, todo era necesario para que estuviera preparada para lo peor.
Cuando cumplí nueve, empecé a tener mis propias misiones, siendo una niña se me facilitaba pasar desapercibida ante los adultos y podía cumplir mis objetivos sin ningún peligro. El matar, era algo que nunca se me había pasado por la cabeza, sé que muchos en el gremio lo han hecho y lo hacen pero el que yo lo hiciera era un tema que me ponía los bellos de punta.
No lo comprendía, pero cuando te encuentras entre la espada y pared, no tienes más opción que hacerlo.Era matar o morir, todo era un juego de sobrevivencia donde ganaba el más fuerte. Perdí todo una vez, ni siquiera sé si tuve familia alguna vez, un hogar.
El gremio es mi hogar ahora y si este era el precio a pagar por ello, me parecía bien.
Soy una asesina, he matado, torturado, y quebrantado el alma de muchas personas y no me arrepiento.
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Destino ©
FantasyCuando Riney tenía 6 años perdió sus recuerdos sobre quien era. Once años después, descubre que tal vez no sea una coincidencia todo lo que ha vivido. ¿Sera cierto lo que dicen? Mantén a tus amigos cerca, y a tus enemigos aún más cerca. ¿Luchara con...