Capítulo cinco. "Perdón"

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Pasó una semana, de esa vez y todavía no hablé con Berto
Abrí los ojos, y lo primero que miré fue mi celular. 2 mensajes, muchas notificaciones de redes sociales pero nada de Berto, se habrá enojado mucho?
Bloquee el celular, e inmediatamente me fui a bañar, parecía que todo calmaba, el agua corriendo por mi piel, el único momento en el que me conectaba conmigo misma y a interrumpir mmi paz llega Paulina, llega mamá
-Hija, disculpa que te moleste...hoy organizamos una fiesta del Barrio, y quería saber si venías, la voy a organizar yo con unas amigas...
Y accedí, porque me quería bañar con tranquilidad.
Cuando salí me di cuenta de mis actos, ¿una fiesta? Si no me gustan las fiestas, y ni siquiera conozco a alguien con quien hablar allá.
Me cambie, me puse un short de jean, una remera gris con un estampado de mi Banda favorita, una Banda Uruguaya que se llama No te va a gustar, la voz de ese hombre es mi salvación, es mi salvavidas. Y mis simpáticas zapatillas Vans rojas
Bajé, y grité llamando a mi mamá
Paulina- qué pasa Anto?
Antonina- como tengo que ir vestida?
Paulina- como quieras hija
Si fuera como yo quiero, iría con mi jean más cómodo y una remera cualquiera o mejor si no, esta misma
En serio mamá- dije impaciente y agregué- ¿casual?, ¿formal?, de vestido o pantalón?
Paulina- Formal supongo y de vestido seria lo ideal
Gracias- dije subiendo apurada las escaleras
Pensé y pensé, que pasaba por la cabeza de Berto aquella tarde?
No podía parar de pensar en Berto, en lo que hizo, cuando tenía que buscar un vestido para esta noche.
En ese minuto de paz que había encontrado mientras pensaba en Berto y que mierda me iba a poner esta noche, recordé que tenía 11 notificaciones de Instagram, 2 de Twitter y 2 mensajes... ¿2 mensajes?
Uno era de Berto, decía algo así:
Perdón, Antonina, me equivoqué tanto la otra vez, quería pedirte perdón ante todo y decirte que estaba mal porque había terminado con Pablo y estaba muy débil, perdón por habérmela agarrado con vos. Espero que nuestra relación de amigos siga igual.
Así que encima intenta cubrir su besito con ese cuentito? Que rata
Y el segundo mensaje era de un número desconocido que decía:
Perdón por haberme portado así en la cafetería, estaba envuelto en problemas y me la agarre con vos, y te hice una patética escena de celos sin ser al menos algo, ojalá puedas hablarme hoy.
¿Paulo? ¿Como consiguió mi número? Acaso mi mamá se lo dio o que. Esta situación me supera
¡Hoy es el día de pedirle perdón a Antonina! No?
Con todo el problema de Berto y Paulo, me olvide del vestido, busque una camisa gris y una pollera engomada, pero era una onda que no era tan yo ni tan parecido a la onda de la fiesta, pero llego mi "hada madrina" mi mamá.
-Permiso hija, ya sabes que ponerte esta noche?
Antonina- no mamá, estoy con la cabeza ocupada ahora no tuve tiempo de pensar que ponerme
Paulina- por suerte me tenes a mi!!
Y me dio una bolsa con un vestido de marca, no se nada de ropa pero se ve a simple vista que es de marca, y una muy cara
Antonina- no era necesario mamá, pero gracias me salvaste
Era un vestido color mostaza, con un escote en forma de corazón y espalda con dos tiritas que daban un toque lindo a la espalda
Salí con el pelo suelto aritos de perla y como no tenía que faltar mis zapas Vans rojas, que por cierto... las lave y parecen nuevas!
Bajé, y mamá había dejado en el último escalón un par de Zapatos taco aguja, negros. Mucho para mi gusto
Me senté en el escalón y me los probé, pero algo llamo mi atención, era Mauricio hablando con Mónica la chica que ayuda y que limpia en la casa y me escabullí entre la escalera, pude escuchar un poco de su conversación.
Mauricio- Dale, Mónica fue una promesa. Y las promesas con Mauricio no se rompen.
Mónica- creí haber dicho que no quería sufrir más y mentir.
Mauricio- me vas a hacer caso porque una vez que entras en el juego, nunca salís
Mónica- perdón.

Sus Uñas espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora