Misión: San Valentín

Misión tres: al anochecer

Solo quedaban unas cuantas horas para que el día finalizará y YuGyeom aún no llegaba al último de los destinos, había tenido un par de contratiempos en el camino.

El primer contratiempo en el que se vio envuelto fue cuando por error lanzó la flecha del desamor a una tierna pareja que paseaba, en cosa de segundos comenzaron a pelear y cada uno se fue por su lado. Fue un momento tan terrible para el pobre hada, había arruinado una relación y lo peor todo es que sus intenciones siempre fueron buenas, estuvo a punto de llorar si no fuera porque se encontró con uno de los suyos, Jeon JungKook había llegado como caído del cielo, aunque tal vez era cierto, pues parecía que había tenido una pelea, pero según él nada de que preocuparse.

Luego de ese accidente que pudo resolver con la ayuda de su querido amigo se fue a tomar buscar un autobús que lo dejo en un lugar muy extraño de la ciudad, solo podía oler el licor y cigarrillos baratos. No sabía donde estaba ni como había llegado a ese lugar tan nauseabundo, pero debía salir de ahí. Camino un par de cuadras y no soportó más, deshizo el hechizo para ocultar sus alas y emprendió vuelo.

Surcó los cielos con alegría, después de todo ver tanto amor le hacía sentir como en su hogar. Luego de volar un rato se dio cuenta que aún no completaba todas las misiones. Revisó la lista y se dirigió al lugar en cuestión.

Se encontró con un chico de cabellera negra en la entrada del hogar, lucía tan cansado que podría caer dormido en la mismísima entrada de la casa.

—Disculpa JinYoung, pero he venido para ayudarte.
—¿Quién eres?, si buscas dinero te puedes ir largando porque aquí no encontrarás nada.— respondió con firmeza el chico.
—Solo quiero ayudar, ¿qué tal si te ayudo a preparar una linda cena para Mark?, la podemos llevar a donde esta él y pasarán un bonito San Valentín juntos, ¿qué dices?
—Mark está en el hospital...— y el pelinegro rompió a llorar desconsoladamente mientras el compasivo hada le daba cariñosas palmaditas en la espalda intentando ser de consuelo para el pobre chico.

Pasaron a la casa y YuGyeom le ordenó a JinYoung que fuera a dormir y este así lo hizo. Poco después el hada se puso a husmear todos los cajones de la despensa buscando algo para la cena.

Tal vez, era poco, pero pizza y un buen vino podían ser la combinación más extraña, romántica y exótica que alguien podría hacer en San Valentín. Levanto a JinYoung y ambos partieron rumbo al hospital.

—Lo siento, no es hora de visitas.— YuGyeom al escuchar aquello conjuró un hechizo de obediencia para pasar de igual forma, nada detendría que su amigo JinYoung cenará esa noche con su amado Mark.

Al llegar a la habitación de Mark el pobre corazón de YuGyeom se conmovió en sobremanera al ver como pese a las dificultades se seguían dedicando miradas cargadas de amor, su corazón se contentó al observar como un simple beso en la frente era el acto más puro de amor. Los observó y comprendió que nada malo ocurriría si ellos seguían juntos, podrían superar incluso la más mortal de las enfermedades si se tenían el uno al otro.

Con ellos no fue necesario usar flechas, pues el amor que se tenían era tan fuerte que ni la muerte lo destruiría. Escribió la última nota y salió silencioso de la habitación.

"Espero que tengan una bonita velada chicos.
Estoy seguro que podrán superar todo
esto, ustedes son fuertes cuando
están juntos."

YuGyeom.

Misión tres completada.