Verano, amor y olas.(SasuSaku)

capítulo 1: El encuentro

Eran exactamente las 10 de la mañana el sol brillaba en todo su esplendor y el calor rondaba en el ambiente, estaban de camino 3 jóvenes, iban mirando por la ventana admirando lo hermoso que brillaba el agua bajo el sol, esperaban con ansias su llegada al lujoso hotel donde iban a iniciar a trabajar, pero no era por ello por la cual estaban emocionados, era por las olas que podrían montar en sus tiempos libres, solo en imaginar la arena bajo sus pies sentían la mismas ansias que cuando eran niños en navidad, esperando las doce para abrir los regalos, estos estaban sentados en cada rincón alejados uno con el otro en el vacío bus, ya que eran totalmente desconocidos uno con el otro.
Ellos tenían diferentes objetivos por la cual iban a trabajar, las rubia de larga cabellera iba con el fin de poder juntar para la su colegiatura ya que sus padres no podían ayudarla, el rubio el pues simplemente iba  por su amigo y pues por las chicas, y por último la pelirosa iba con intenciones de encontrar su voz, pues aún no sabía que podía ser en el futuro, no sabía si quería estudiar y dedicar su vida a unas sola cosa o tal vez salir a explorar  la vida, a ella le gustaba mucho visitar nuevos lugares y explorar cosas nuevas, pero su madre era muy sobre--protectora con ella, es por ella decidió salir de su casa y tener un poco de paz sin que su madre le diga lo que tenia que hacer con su vida.

Eyes of the tiger sonaba en la radio, el conductor, quien era un hippie con rastas cantaba a todo pulmón como si fuera su último día en la tierra y tenía un débil olor a marihuana, era sin duda una persona muy peculiar y más para el conductor del bus de turistas del lujoso hotel.

El bus freno al llegar a su destino final, los chicos bajaron con sus maletas en mano y no pudieron evitar mirar la hermosa arquitectura del hotel, habían grandes ventanas, paredes con gran acabados finos y  la inicial del nombre del hotel en color vino y frente a ella había una gran fuente tan grande como una piscina olímpica.
Desde donde estaban parados podían oír el sonido de las olas, las gaviotas, el olor y la brisa del mar los abrazaba haciéndolos sentir en casa.
El conductor bajo de el bus y lo rodio caminando a ellos en sus sandalias
-bueno muchachos, tendrán que esperar aquí hasta que el supervisor les expliqué el royo de cada uno-dijo el señor con una barba de unos 2 años, saco unos folletos arrugados de su pantalón y se los entregó- les deseo suerte en este viaje espiritual y traten de estar relajados- hablaba arrastrando un poco las palabras
-gracias- recibió los folletos la rubia, paras luego repartirlos.

El hombre volvió a subir al bus y arrancó dejándolos solos, la rubia voltio hacia ellos y hablo:
-hola soy ino- se presentó
-sakura-le dio la mano y una suave sonrisa
-naruto-le regalo una sonrisa zorrona
-como es que llegaron a encontrar este fabuloso trabajo?-pregunto Sakura
-por las olas
-por las olas- dijeron los dos al mismo tiempo, se miraron y se rieron
-asi que no soy la única que ama el surf
-encontre el trabajo gracias al hijo del dueño, no es por alardear pero es mí amigo
-Espera hablas del hijo del dueño de la cadena de hoteles?-la rubia punto al hotel con el dedo
-vaya que gran oportunidad, sí que sabes elegir amigos, lo único que yo encuentro son hijos de algun dueño de un kiosko-la rubia

Mientras ellos esperaban al supervisor fuera del hotel, en otro lugar o mejor dicho en el pent-house un chico de cabellos oscuros se encontraba en su cama enredado en las sábanas de una gran cama acompañado de una chica pelinegra, está se estaba despertando lentamente hasta que pudo abrir los ojos por completo, se giró y abrazo el torso del chico
-ya te había dicho que no me gusta que se queden en mí cama a dormir las chicas con las que me enrollo una noche, haz lo que tus amigas, coge tu ropa y largo.
Quito las manos de las chica en forma brusca y las alejó de su cuerpo se sentó en la cama y voltio a ver a la chica a sus espaldas que al parecer hacía caso omiso a la orden del chico.
El se paró y camino lentamente hacia la puerta del baño y antes de cerrar la puerta se paró
-espero que al salir del baño no estés aquí, porque voy a lograr que te despidan.-sin más que decir entro al baño antes que la chica le reclamé algo.
Esta indignada se paró rápidamente para luego cambiarse de ropa y hacer caso.
Se quitó la sabana que había enredado en sus caderas, se miro en el gran espejo y vio dos moretones en su cuello, había tenido una noche de "bienvenida" con 5 chicas, cuatro de ellas se habían marchado cuando toda la diversión se había acabado, pero una de ellas se había quedado, el creí que tal vez le había dado falsas esperanzas o algo por el estilo, el había sido claro con ellas antes de iniciar, "nada de compromisos" dijo el, no le gustaba aguantar las escenitas que armaban al día siguiente o cuando creen tener algún poder sobre el, nadie lo había dominado y no iba a ser ninguna de esas chicas fáciles.