Verano, amor y olas.(SasuSaku)

Capitulo 13: Quien dijo que las casualidades no existe, miente.

Los fuegos artificiales iluminaban el cielo y las explosiones marcaban un ritmo, una gran multitud se encontraba mirando desde el patio del gran salón algunos con una copa de champagne en la mano y conversaban unos con otros.

Sentía un dolor en mí pecho, quemaba y ardía, no, es más que eso, es como que poco a poco me iba derrumbando, me iba rompiendo en pedazos y me pierdo en el dolor. Quería salir corriendo de ahí y dejar de escuchar como las personas aplaudían y algunos los felicitaban.

No sabia que pensar, como debía de actuar, estaba en shock, solo podía pararme en el lugar que me habían asignado y tragarme el nudo en mi garganta junto la quemazón en mis ojos. No quería aceptar que hace unas horas me decía que quería estar a mí lado y ahora está sonriendo frente a las cámaras del brazo de la que sería su futura esposa, ¿Me mintió? ¿Será que nunca me quiso y solo era una distracción hasta que el regresará de nuevo a la cima junto a su familia, en su vida perfecta donde permanecía?

Puede que haya una explicación pero yo me merecía todo esto, fui yo quien lo aleje y ahora el karma me las estaba cobrando, si tan solo dijera la verdad ¿Todo cambiaría?

El sonido de mi radio me regreso a la realidad, una donde tenia que vigilar que a nadie se le ocurra dar una escena vergonzosa entre los arbustos.

-Sakura, necesito que te des una vuelta por el jardín de la planta baja, algunos dicen que hay un hombre ebrio quiero que lo compruebes y si hay algo fuera de lugar avisa a alguno de los chicos para que te ayude- hablo Kakashi a través de la radio

-Entendido

Trate de cruzar el gran salón sin ser notada para luego dirigirme al punto donde Kakashi me había indicado. No había mucha luz ya que normalmente nadie va a ahí de noche y los arboles eran decorados con pequeñas luces amarillas, el jardín era como una especie de caminos de piedras rodeado de arboles con algunas bancas que se conectaban en el centro de este, en la cual se encontraba una gran fuente.

Camine precavida por si algo pasaba, sabia que estaba cerca al centro ya que escuchaba el agua de la fuente pero también un susurro, seguro eran uno de esas parejas de las que les gusta estar al aire libre, decidí que no era necesario llamar a alguien para que me ayude con esto ya que solo les daría una advertencia, me acerque asegurándome de hacer ruido así podrían detener su acto.

-¿Hola?, esta prohibido estar aquí hoy- al llegar en a la fuente note que no había nadie pero el susurro seguía, no lo podía entender pero fui caminando para encontrar al dueño de la voz.

Di casi una vuelta entera a la fuente ya que la voz no se alejaba de este, ya estaba por darme por vencida hasta que note un par de piernas tendidas en el suelo, me acerque y note que había alguien echado en el suelo, inmediatamente me acerque para ver si estaba bien, me puse de cuclillas y mire si tenia alguna herida notoria.

-¿Se encuentra bien?- fue lo mas inteligente que se me ocurrió decir, pero este dejo de susurrar y no decía nada, así que decidí llamar a alguien para que venga a auxiliarlo- Chouji hay algu.....

No pude terminar de hablar ya que el sujeto del suelo se sentó y me arrebato el radio tirándolo a la fuente, me caí en mi trasero y lo mire, era malditamente guapo, tenia el cabello negro y bien peinado, parecía un poco mayor que yo pero no mucho ¿3 años? mas o menos. Se levanto y me miro por unos segundos, tenia los ojos vacíos y tristes, le iba a preguntar si estaba bien pero inicio a encorvarse y daba unas pequeñas convulsiones para luego vomitar a un lado de mis pies.

Quería gritar y salir corriendo pero todo esto fue un poco repentino sin decir raro, quería que se marchara y me dajara ahí, tenia vergüenza de esta situación, pues no es algo común que cuando una persona te ve vomite casi en tus pies. Como si dios escuchara lo que digo, inicio a marcharse arrastrando sus pasos, al parecer Kakashi tenia razón, el tipo estaba ebrio y hablaba cosas raras.