2.Bon Appetit.

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Amai Odayaka.

Es la hora del recreo, he ido al club de cocina para preparar mi plato preferido, pobre Taro; ha perdido a su mejor amiga, quien habrá sido. Bueno, al menos me podré acercar más a él sin tener que sufrir insultos de alguien. Acabo rápido con el plato. Lo dejo preparado para la hora de los clubs, así podré repartir las porciones a cada alumno lo más pronto posible.

Voy a mi clase para recoger mi almuerzo. Estoy subiendo las escaleras y no hay nadie. Supongo que la mayoría de los alumnos estarán en el patio interior. Cuando llego, me siento en el banco más cercano a la puerta para cuando suene el timbre, llegar lo más rápido posible a la clase. No hay nadie, bueno, descartando a Midori-Chan y a Oka-Chan. 

Sentada, abro el bento, todo se ve exquisito. 

- ¡Bon Appetit!

Agarro con la cuchara un poco de arroz y me lo dirijo a la boca. Está delicioso. 

Me empiezo a marear, me levanto, pero seguidamente me caigo al suelo. No consigo moverme. Comienzo a perder la respiración hasta ahogarme. La ultima imagen que consigo recordar, es una persona dejando un frasco y unas llaves. No sé quien será, pero supongo que es la persona responsable de esto.

- Uf, que pena (risas).

Ayano Aishi.

Ha sonado el timbre del fin de la primera clase. Bajo las escaleras lo más veloz posible hasta llegar a la entrada de la enfermería. 

Cuando entro, no veo a nadie. Empiezo a buscar las llaves del armario que contiene mi veneno preferido. El veneno se presenta en polvo, me será más fácil camuflarlo en el bento de Amai-Chan. Cuando encuentro el juego de llaves que esconde la enfermera, intento abrir el armario. En unos segundos lo consigo abrir. Cojo el frasco del veneno y cierro el armario con llave, así la enfermera no sospechará de que le falta un medicamento de su armario.

Esa guarra se va a enterar de quien soy yo, y que Taro-Kun es mio. Vuelvo a clase antes de que suene el timbre. Ha sonado el timbre que marca el fin de las clases y el comienzo de la hora del recreo. Agarro mi almuerzo y me dirijo a la clase donde estudia Amai-Chan. Cuando llego a la puerta, veo que aún está recogiendo su pupitre. Entro para "ayudarla".

- Hola, soy Ayano Aishi, he visto que estás recogiendo y que aún te queda mucho,¿Quieres que te ayude?- Le digo seguido de una sonrisa amable, pero falsa a la vez.

- Sí por favor, tengo que ir deprisa al club de cocina para preparar con antelación un plato para repartir entre los alumnos.

Acabamos rápido y ella se va sin recoger su almuerzo. Ahora e el momento perfecto ya que no hay nadie. Saco de mi bolsillo el frasco y lo dejo en el pupitre de al lado, abro su bento cuidadosamente para que no se mueva nada de sitio. Abro el frasco y vierto una pizca de veneno en el arroz, así parece que lo que lleva es sal. Vuelvo a cerrar el bento y lo envuelvo en el pañuelo que llevaba. Recojo el frasco y me dirijo a la azotea. 

Cuando llego, simplemente espero a que llegue mi víctima y se siente en un banco. Yo me escondo para que no vea que la estoy observando. Cuando llega, se sienta en el banco más cercano a las escaleras. Se sienta y empieza a comer. Cuando empieza a hacer efecto, se levanta, pero rápidamente se desploma solo escucho susurros de ayuda pero nadie lo puede oír. Cuando está a punto de perder la consciencia, me acerco a dejarle las llaves y el veneno de la enfermera.

-Uf, que pena (risas)- Me desahogo antes de que ella, simplemente muera.

Bajo las escaleras hasta llegar a mi clase. Así llego pronto y no levanto sospechas.



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⏰ Última actualización: Feb 14, 2018 ⏰

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Enferma de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora