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La sala blanca de aquel consultorio solo le daba dolor de cabeza a HaSeok. ¿Porque estaba allí? ¿Para volver a escuchar lo mismo? ¿Para seguir tomando aquellas absurdas pastillas? No estaba enferma, eso pensaba, pero nadie comprendía que su realidad era especial, era mágica.

- Min HaSeok ¿Me estás escuchando?

El doctor Jung Taeyong pasa varias veces la mano frente al rostro de la chiquilla, ésta pestañea varias veces y asiente.

- ¿Sabes porque estás aquí? - Ella volvió a asentir suspirando de forma prolongada y lenta - ¿Cuantas veces más seguirás escondiendolas? Sabes que...

- No te curaras - Completa la frase del doctor, mirando al adulto con desgana. El doctor Jung solo suspiro y asintió.

- ¿Entonces? ¿Porque lo haces si sabes las consecuencias? - El hombre cruzó sus brazos bajo su pecho.

No estás enferma.

- No me gusta su sabor - Respondió en tono bajo, queriendo ignorar aquella voz que otra vez se hacía presente en su cabeza sin consentimiento.

Pasó la hora de la cita, HaSeok salió sin hablar, ni siquiera sin despedirse. En las sillas de la pequeña sala de espera, se encontraban JoonSu y KangJoon, ambos con caras serias y que daban bastante miedo.

Vete de aquí, no hables con ellos, no son buenos para ti.

Pero aún así se acercó. JoonSu jugaba con un mechero, mientras KangJoon miraba a un punto fijo de aquella, también blanca, sala de espera. Haseok se sentó a un lado de JoonSu, y le quitó aquel artefacto, recibiendo una queja casi esperada.

- ¿Tenéis cita? - Ellos solo asintieron.

Hacia unas horas, Kang había tenido otra de sus crisis, casi se mataba a base de pastillas. Volvía a creer que el mundo no tenía ningún sentido y no veía nada bueno en él, la única forma era morir. JoonSu, por otra parte, había agredido a un chico con su , y según él, con razones. 

- ¿Lo has quemado?

- Ojalá -Ambos hermanos rieron, para ellos todo aquello era una broma y una jugarreta que se podría volver a repetir cualquier día, todos en la sala se mantuvieron en silenció, cuando el doctor Jung salió de la consulta y agarró el mechero entre sus manos, mirando con casi cansancio a JoonSu.

- No se de donde sacarás tanto, voy a tener que pedir que revisen tú habitación de nuevo.

La menor de allí, miro casi con burla al doctor y mientras negaba despidió a sus dos amigos con la mano y se dirigió hacia una de las habitaciones, las cuales tanto le gustaba estar. Aunque había una gran diferencia de edad, Haseok siempre jugaba y estaba con JungSo. Al estar frente a la puerta blanca de su habitación, entró sin llamar, y pudo notar, como el mayor guardó algo tras su espalda.

-¡Soy yo, Ha Seok! - Ella gritó riendo, y él como respuesta, se levantó del suelo para empujar a la chica hacia dentro y cerrar la puerta de una sola.

- ¡Shh! Me has asustado Ha Seok - Se volvió a sentar en el suelo y sacó de debajo de la cama sus preciados juguetes, propios de un niños de 5 años, soltando un suspiro de alivio.

No necesitaba explicaciones no era la primera vez que pasaba. La chiquilla había intuido que le habían quitado de nuevo sus juguetes, quizás por no tomar las pastillas o por negarse a comer. Pero claro, aquel muchacho de cabellos oscuros siempre se las arreglaba para recuperarlos. El mayor le pasó uno de sus coches a la niña y ambos comenzaron a jugar, mientras hablaban sobre su día, descabellado como cualquier otro.

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⏰ Última actualización: Mar 14, 2020 ⏰

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