❥Kim MyungSoo, the Ϩatyr ¦9¦

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MyungSoo soltó un pequeño gemido cuando sintió, de nuevo, aquél roce en su entrepierna. No estaba seguro de lo que estaba pasando, pero tenía demasiado sueño, no quería abrir los ojos.

O al menos, así fue hasta que distinguió un gemido más... que no era suyo.

Abrió los ojos en el momento preciso que todos los recuerdos de la noche anterior se desbordaron en su mente como una avalancha. Se sobresaltó un poco, abriendo los ojos de golpe y encontrándose con la castaña cabellera de SungYeol recostada en su pecho cómodamente.

Movió las piernas un poco, notando de inmediato la razón de sus gemidos y los de SungYeol: ambos tenían las piernas enredadas con las del otro, por lo que era de esperarse que sus entrepiernas quedasen juntas y frotándose constantemente entre sí.

No le tomó demasiado darse cuenta de que no podía moverse, pues los brazos de SungYeol estaban fuertemente aferrados alrededor de su cintura, dejándole inmóvil.

Cerró los ojos con fuerza, intentando plantearse una idea de lo que le diría a SungYeol y cómo este podría reaccionar ante la historia nada trágica que MyungSoo estaba deseando contarle, pues quería que SungYeol entendiese el porqué de su actitud de siempre y la de anoche.

No iba a ser algo fácil de contar, porque probablemente el mayor se reiría de él. Pero SungYeol le gustaba... y quería intentarlo con él. Por más que eso le costase el autocontrol, deseaba que con SungYeol no fuese únicamente algo sexual.

Sintió un par de cosquillas en el cuello y miró hacia abajo, encontrándose con que SungYeol parecía estar despertando, pues se movía inquieto, por lo que su cabello cosquilleaba en el cuello de MyungSoo, quien no pudo reprimir sus impulsos y acarició sus cabellos delicadamente.

SungYeol paseó sus manos por el abdomen de MyungSoo, poniéndole nervioso.

-¿H-hyung?

SungYeol le miró en ese momento y MyungSoo temió que pudiese escuchar el inquieto y fuerte latido de su corazón, pues este se había agitado notablemente al ver la adorable cara de SungYeol recién despierto, con pequeños y hermosos ojos perezosos medio abiertos, sus labios exquisitos y rosas como siempre y sus cabellos apuntando en todas las direcciones, dándole una apariencia más que preciosa.

-Buenos días, Myungie...- SungYeol murmuró, trepó hasta quedar sobre MyungSoo y le besó en la mejilla.- ¿Cómo dormiste?

MyungSoo le miró, estupefacto. ¿Acaso había olvidado lo que sucedió en la madrugada? Era cierto que deseaba que SungYeol recordase cada minucioso detalle, como él lo hacía, pero, de cualquier modo, aún no sabía cómo lidiar con ello. Así que no tenía idea de qué hacer o qué decir.

-B-bien...- se limitó a responder, forzando una sonrisa.- ¿Y tú, hyung?

SungYeol rio, sacudiendo sus hombros y confundiendo al menor.

-Hace un par de horas estabas: "SungYeol, me gusta el control", "SungYeol, cállate", "SungYeol, eres muy inquieto", SungYeol, SungYeol, SungYeol...- se burló el mayor enarcando una ceja. MyungSoo enrojeció por completo. SungYeol apoyó sus manos en el pecho de MyungSoo y, en estas, su cara.- Es un poco demasiado raro que ahora te dignes a recordar los honoríficos.

El menor se muerde el labio inferior. Debía admitir que se había estado armando de valor para contarle todo a SungYeol desde hace más de una semana, pero, justo en ese momento, ni una sola palabra era capaz de salir de su boca.

Pero parecía no ser necesario, pues, estando completamente hundido en sus pensamientos, lo único capaz de sacarle de allí, fueron los tercios labios de SungYeol posándose sobre los suyos.

❥Falofilia | ➳[MyungYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora