Aquellas sabanas bajo las que se ocultaban cada noche nunca habían estado tan frías.
Ryan ya no estaba ahí.
Bajo las pesadas cortinas de la habitación se colaban tenues rayos de luz.
De nuevo lo hemos hecho.
pensó.
Lentamente, renegandose a salir de la cama, abrió los ojos, cruzó la habitación entera en ropa interior hasta llegar al espejo y semidesnuda contempló su figura en el reflejo.
—Soy realmente un completo desastre. —Rió para sus adentros.
Torpemente apartó la mirada del espejo en busca de ropa, los shorts del día anterior se habían perdido bajo la cama entre el revoltijo de sabanas y emociones.
Afuera, se escuchaban susurros no tan discretos que lograban llegar hasta la habitación.
—¿Ryan?
No obtuvo respuesta
—Ryan, esconderse apesta.
Su voz resonó al final del corredor, las puertas del estudio estaban cerradas.
—¿Ryan?
—No te muevas.
No estában solos.
Un sudor frío le recorrió la espalda.
—¿Que demonios esta pasando? —Dijo tratando de llegar a el.
—¡He dicho que no te muevas! —Gritó apuntandole. —¡Haces algo así otra vez y te mueres!
Dos hombres sostenían a Ryan de rodillas en el piso y un tercero apuntaba un arma a la cabeza de Emma apostando el momento justo en el que volviera a desobedecer sus ordenes.
—No, por favor. —Imploró Ryan.
—¡¿Donde está?!
Uno de los tres sujetos apretaba con una fuerza exagerada los nudillos
—Les juro que no se... por favor. —Respondió Ryan agarrándose con fuerza un brazo de donde la sangre brotaba tranquilamente.
—Te lo preguntaré una vez mas imbécil.
—¡¿Donde está?! —Gritó poniéndose de rodillas frente a él, escupiendo cada palabra en su cara.
—No lo sé.
Mentía.
—¡Maldición! —Gritó una vez mas apretando él gatillo contra él otro brazo de Ryan.
—¡No tengo tiempo para tus juegos imbécil!
¿Porque?
Era lo único que daba vueltas en la cabeza de Emma.
¿Porque?
—Te lo advertí.
Caminó hasta Emma observándola detenidamente.
—Voy a hacerle tanto daño que no volverás a reconocer esa carita.
—Juro que te mataré por esto. —Gritó Ryan desesperado.
Afuera el viento jugaba con las palmas, la gente disfrutaba de la playa ajena al caos de vida que los estaba arrastrando, por un momento Emma recordó su sonrisa bajo las luces tenues de la ciudad:
"No voy a perderte" Susurró.
Y luego alguien disparó.
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Without Breath
Roman pour Adolescents-Estas matándome. -Susurró de nuevo con una sonrisa de placer en el rostro. Sus manos bajaron suavemente recorriendo su cintura, dejandola completamente aturdida. Sin respiración.
