Una canción más...

Capítulo 1

¿Nunca te ha pasado que piensas que a tu alrededor logras tener personas que te sacan una sonrisa pero nunca logras mantener esa sonrisa todo el día? Me pregunto a mí mismo. Mientras prendo el cigarrillo pienso que esas son sonrisas de instantes, de segundos que instantáneamente te das cuenta que esas sonrisas vacías no te harán sentir mejor. La realidad es que no he podido parar de pensar en este vacío todo el verano. Que les puedo decir, un verano como todos los demás caluroso, aburrido y en especial con el hombre que dice llamarse mi padre. Que de especial tiene saber que he desperdiciado otro verano en la casa no tan modesta de mi padre en vez de estar buscando algo que me haga sentir por lo menos un poco especial, en otras palabras, esa sonrisa no tan vacía. Mi felicidad no está en la casa de mi padre. Ni menos en este pueblo que casi toda su población es gente adinerada y no tan agradable. No todo es como parece y me da rabia que tenga que aparentar que lo es. No importa lo grande que sea esta casa, siempre se sentirá vacía sin ella.

Tirado en la cama observando cada ángulo de mí cuarto que suelo llamar "mi celda provisional" me pregunto ¿Que estaba pensando mi padre cuando se lo ocurrió pintar las paredes negras o peor aún colgar pinturas que ni les encuentro el sentido? Cada vez que entro a este cuarto es como un recordatorio de lo poco que mi padre me conoce. Por lo menos le he puesto algunas cosas que me hacen sentir mejor o al menos que me gustan a mí. En lo poco que llevamos en esta casa ha habido muchos cambios, pero al menos mi cuarto no lo tocan. La única mierda que me consuela es que no estaré aquí por mucho tiempo. Sigo mirando alrededor y lo mejor que tiene mi cuarto son los elepés que he coleccionado por varios años. La música era una de esas cosas que compartía con ella y es lo único que me queda de ella. Simplemente odio cada centímetro de este enorme cuarto. Este no es mi hogar. No es donde debo estar.

-"Harry, abre la puerta" brinco al escuchar la voz ruda y altanera de mi padre. Me levanto de la cama casi corriendo hacia la ventana, la abro y voto el cigarrillo. Mi padre toca a la puerta fuertemente mientras trata de abrir la perilla de la puerta. Es como si nada lo hiciera feliz, siempre está de mal humor y como siempre tan inoportuno.

-"Harry, te dije que abrieras la puerta. Necesito que conozcas a alguien muy importante para mí"

Grandioso otra mujer más, como si ya no conociera la rutina. Desde que ella no está, eso es lo único que sabe hacer mi padre. Traer diferentes tipos de mujeres que lo único que les interesa es el dinero de mi padre. No sé si se hace el bruto o solo quiere pasar el rato.

-"¿Quién están importante para ti como para presentármela con tanta ansiedad y peor aún a estas horas de la mañana?" le pregunto de una manera enojada y sarcástica. Sé que mi padre odia que sea sarcástico con él, así que siempre aprovecho cada oportunidad para hacerlo feliz con mi sarcasmo.

-"No preguntes tanto y baja al recibidor, AHORA!" me grita muy molesto y le da duro a la puerta. Tan rudo y tan idiota.

Me visto rápidamente y bajo al recibidor. Cuando alzo la vista veo que en el medio del recibidor se encontraba parada una mujer alta, de pelo castaño, ojos azulados y piernas largas, en fin, una mujer hermosa. Le miro sus ojos y siento que están llenos de secretos, pero al igual por primera vez en tanto tiempo me hizo sentir como si estuviera mirando los ojos de mi madre. Y de repente empezaron los recuerdos de ella y esto no ayudara a mejorar mi verano. ¡Ahora no Teo! Hace tiempo que no pensaba en ella pues que puedo esperar con el todo lo que ha sucedido en los últimos meses. Sacudo la cabeza para desaserme de los recuerdos que me hacen sentir inquieto y de los que no quiero tener en mi cabeza en este preciso momento. Vuelvo a mirar a la mujer y me doy cuenta que ella esta mirando lo que llevo puesto. Claro, para colmo solo llevo unos "sweatpants" grises y una sudadera negra. Justamente los más formal que puedo estar en estos momentos gracias a mi padre.

-"Mucho gusto Harry, tu papa me ha hablado mucho sobre ti" me dice la mujer con una voz delicada y tierna. "Por cierto, mi nombre es Teresa" me dice muy firme. Esta parada al lado de mi padre. Lleva puesto un vestido negro con un collar perlado y unos tacones muy finos. No parece ser una de las típicas mujeres que mi padre trae a la casa para divertirse.

-"Un placer, Harry" le digo seriamente mientras la observo de arriba hacia abajo. Me quedo parado esperando que esta situación tan incómoda termine.

-"Ya me siento más tranquilo en que ambos se conozcan. Al fin tarde o temprano tenía que suceder y que mejor momento que este día para empezar a sentirnos como una familia de nuevo." dice mi padre con una felicidad en su voz algo que no escuchaba hace meses.

-"¿Familia?" pregunto confundido. No, el no dijo lo que yo pienso que dijo. Las manos me empiezan a sudar y formar puños.

-"Si, eso fue lo que dije familia. ¿Tienes algún problema con eso, Harry?" dice mi padre con una sonrisa nerviosa que a la misma vez se siente demandante. El mira mis manos y automáticamente acerca a Teresa a su lado. Dándome a entender que no quiere que haga nada al frente de ella. Siento que me empiezo a quedar sin respiración, pero trato lo más posible de soportar la situación por algunos minutos más.

-"Claro, solo si te siente cómodo con eso Harry." Teresa dice con una voz inocente y nerviosa. Mi mirada pasa de mi padre hacia ella y noto que Teresa está un poco sonrojada. Noto que ella mira hacia la puerta y le sigo la mirada. Miro hacia la puerta de entrada y me percato que en la puerta hay cuatro maletas y dos cajas. Es la primera mujer que mi padre invita a quedarse en la casa y peor aún para empezar una familia desde lo que paso con mama. Respiro profundamente, miro a Teresa y asiento con la cabeza. Sin decir nada, me viro y empiezo a caminar hacia las escaleras tratando de controlar mi respiración. Solo quiero terminar con todo esto.

Nunca me meto en los asuntos de mi padre, pero estas son cosas en las que cuales necesito ser parte de. Los dos tenemos diferentes opiniones de lo que paso con mama. Nunca he logrado saber la que paso con exactitud esa noche, lo que creo saber es solo por los pocos recuerdos que me quedan de ella. Siento que desde que paso lo de mama, mi padre se ha convertido en hombre frio y sin sentimientos. Y poco a poco también yo.

Llego a mi cuarto y esta vez no solo quiero un cigarrillo si no algo más fuerte que me haga olvidar en la mierda en que vivo.