Sucesos estresantes

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(Atención, se recomienda leer en un sitio tranquilo para tener mejor experiencia.)

3:25 de la mañana (Hora Española), era sábado. Me encontraba con mi portátil, como no, siempre me quedaba noches despierto en vela. No había noche que durmiera, sino fuese aveces por que mi cuerpo no aguantaba más, necesitaba descansar y esa insana mi situación, a la par que desesperante. No me pasaba jugando videojuegos ni viendo vídeos en YouTube, hablaba con una comunidad hispanohablante en un juego virtual, en Discord o en el propio juego. No era más. --Parece que ya todos se desconectan, me iré a dormir a las cuatro.-- Pensé. 

Ya eran las cuatro de la mañana, estaba demasiado cansado, no podía seguir más delante del portátil, me fui a dormir y me desperté a las dos de la tarde, seguía siendo sábado, pues me fui a dormir a las cuatro de la mañana un viernes, que eso ya pasa el día al siguiente. Todo iba bien, me puse con el portátil de nuevo, revisé mensajes y redes sociales como un día normal. 

"2:13: Oye, ¿Quedas?" Era un amigo, al cual vamos a llamar Juan para no decir su nombre real, le contesté que sí, que a que hora nos veíamos, "Entonces si te viene bien.. ¿Te parece quedar a las cinco y media en el café de nuestra zona?" --Claro, te veo allí.-- Estaba contento, hacía bastante tiempo que no veía a mi amigo y al fin pudimos salir juntos a vernos. "Me estoy peinando, baja cuando sean las cinco y veinticinco para que y de tiempo =)" Fui al baño, me lavé la cara, me duché y me sequé el pelo, pero algo andaba mal. Había una "H" en mi cuello, como si alguien me hubiese arañado, todavía me medio sangraban los arañazos, fue algo que no supereaccionar pero no le di importancia, ya que, cogí un papel, me limpié la sangre y seguí con lo mío. Eran las cinco y veinticinco, fui bajando, el ambiente era cálido, el cielo azúl claro, el aire ese día se respiraba bien, y casi no había coches. El trayecto no era muy largo para llegar al café de la zona, era muy fácil de llegar y ni siquiera se tenía que coger coche no ningún tipo de transporte, si veías algún coche o moto significaba que eran extranjeros o gente que venía de lejos sólo para ir a ese café en específico y visitar la zona. Entré al local, pero no vi a Juan en ninguna mesa, saqué el móvil para comprobar la hora y eran las cinco y veintisiete, seguramente ya tendría que estar llegando. Tomé asiento, la camarerá enseguida vino a tomarme carta, pero la dije que esperaba a alguien, que luego yo la llamaba. Después de unos minutos vino Juan,         --Perdón por llegar tarde, estuve liado con las llaves de mi casa, casi se me pierden-- Cuando me dijo eso, le miré, suspiré y le dije: --No pasa nada--. ("+ = Yo  - = Juan") +¿Qué tal todo después de tanto tiempo? . -Bien, supongo. +¿Supones? . -Sí . +¿Y eso? -Las cosas en mi casa van un poco mal, los problemas siguen, pero los puedo mantener, ya sabes, lo de siempre. +Sí. -¿Y tú? ¿Qué tal?. +Bien, todo bien. -Me alegro. Pasaron unas horas hasta que fueron las ocho y media. -Me hubiese gustado quedarme más rato, pero debo irme. +Yo también, tranquilo. -¿Cuándo nos veremos? +Espero que dentro de poco. -Lo mismo digo, adiós tío. +Adiós. 

Me estresaba saber que Juan seguía con problemas en su vida, hipoteca, dinero, trabajo...  Parecía que Juan nunca iba a pasar esa etapa, pero yo tampoco le podía ayudar, yo tenía lo mío para mí y siempre es lo justo para pagar mis cosas, no me llega para más ni para menos. En el amor siempre era super estricto, ya que no me podía gastar nada con nadie, parezco tacaño pero en serio que no lo soy. Ahorro, pero siempre me quedo en banca rota. Los meses los paso bien, mi piso siempre ha sido el mismo, uno pequeño con un salón conectado con puertas, una a la cocina, otra a mi habitación y otra al baño. El baño pequeño, para que quiero más, con uno simple me vale, cocina mediana para poder moverme y para el frigorífico, el salón es bastante grande, creo que es la sala más grande de toda la casa junto a mi habitación, que son mis salas de confort. La habitación es mediana, pero lo suficiente como para poder moverme, jugar, dormir y estar de relax siempre que quiera. Mi trabajo no era muy sencillo que digamos, me gano la vida online, programando cosas; páginas webs, juegos y temas de empresas.

Llegó la hora de cenar, nueve y cuatro exactamente, cenaba mientras veía la televisión y jugaba al ordenador. Algo me resultaba raro, mis tres gatos estaba erizados, no creo en los fantasmas, pero siempre me han pasado locuras inexplicables, tampoco muchas pero alguna sí, se oían cosas, eso nunca me había pasado, era nuevo, eran ruidos que se convertían en golpes y se desvanecían con el ambiente de la calle como el ruido de los coches, motos y aviones... Eran las diez y treinta y tres de la noche, me fui a dormir sin importarme los ruidos.

A la mañana siguiente me desperté con un dolor en el cuello, recordaba algo pero no sabía el que era, pero mi consciente me estaba avisando que había pasado algo, me fui al baño y me miré, mi cuello estaba ensangrentado, pero la sangre estaba extensa y seca, la "H" seguía en el mismo lado también ensangrentada, me asusté de verdad y empecé a recordar lo que pasó. Era un sueño, o era algo parecido.

Parálisis de sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora