❄-Final-❄

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Narra la escritora:

El pequeño rubio dejó a un lado su diario, se volvió mas serio y frío, su único amigo era Nino, no hablaba con muchas personas por miedo a salir lastimado. Se dedicó a observar a esa niña pequeña desde lejos, no volvió a hablarle, la amaba con locura y la quería solo para el, tenia que hacer algo, veía como Ichiro se la quitaba, alguna vez fue su amigo pero ahora lo odia con toda su alma.

—Te odio, Ichiro...—Murmuró el niño rubio de 12 años apuñalando un peluche con rasgos iguales al de Ichiro.—

Y así pasó el tiempo, dedicó su niñez y su adolescencia observando a esa chica, deseándola con locura, amándola con obsesión, pasó años acosándola, la seguía a todas partes, la observaba todo el tiempo, hasta que aquel rubio se hizo notar enviándole esas cartas, al fin, 6 años pasaron solo observándola, ahora tenia 17 años, intimidaba a su chica, al fin ella sabía que el existía, esa voz que lo controlaba tomó gran parte de el, lo enloqueció y lo convirtió en otro, ¿sus medicamentos? Adrien los dejó de tomar ya que su voz era su único amigo para el. Así pasó, 1 año enviando cartas y viéndola en pocas ocasiones golpeándola un poco y enseñándole que solo era de él, aquel rubio mató a todas las personas que le quedaban a la castaña, la llevó a su mansión y la encerró en su sótano que había decorado dos semanas antes, su amada sabia su identidad pero, ¿para que le servía saberlo? Ella sabia muy bien que nunca saldría de ese lugar, hasta que el o ella muriera.

—Ahora...Eres solo mía Tn__ Leblanc...Oh muy pronto, Tn__ Leblanc. —El rubio río como loco observando a su amada por unas cámaras que tenia en una habitación de la mansión, allí la observaba cuando salía de la habitación de su pequeña amada, amaba verla todo el tiempo, era una adicción, una droga para él, jamás la dejaría, y mucho menos ahora que ella está a su merced.— te amo mi linda y dulce Tn__~. —Rió al ver a su pequeña llorar abrazándose a si misma lamentándose de todo.— Mi pequeño canario, te encerré para que nadie mas pudiera escuchar tu bello canto, solo yo lo puedo escuchar...Solo yo te puedo ver...Solo yo te puedo tocar...Solo yo, nadie mas que yo...

—Ayuda...Ayúdenme...—Susurró la castaña echa bolita en un rincón de su nueva “habitación” a la cual se tendría que acostumbrar.— Ozzu...Te extrañó... Te quiero hermano...—Murmuró sollozando.—

—Mi linda Tn__...—Sonriendo satisfecho mirando la cámara donde la observaba.— Lo hice por amor, entiéndeme...Yo sufrí más...—Sonrió malicioso.— Tal vez así puedas acercarte a mi tristeza, aunque lo dudo...Solo eres una llorona...Serás fuerte conmigo pequeña...Yo te protegeré del mal...Nadie mas te hará daño...—Sonrió dulce saliendo de esa habitación repletas de cámaras en varían ángulos donde podía ver a su pequeña. Pero aquel rubio no sabia que el había sido la persona que más daño le había causado a su pequeña, ¿cómo el podría protegerla de el mismo?, esto es sólo una terrible obsesión.—

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El diario yandere de Adrien |《Terrible Obsesión》|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora