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Ciel cerró los ojos.

¿Lo iban a intentar otra vez? ¿No había quedado eso en el pasado?

Alois liberó de su bóxer el aprisionado miembro, al tiempo que llenaba de lubricante el consolador. Después, lo acercó con cuidado a la entrada de su novio, solo para jugar a pasarlo, ya que aún no lo metía.

El menor soltó algunos gemidos desesperados, mientras movía sus caderas para intentar ser penetrado nuevamente. En cambio, su Daddy alejaba el objeto cuando el se acercaba.

No, bebé: debes intentar con más entusiasmo.— le provocaba el mayor.

Ciel gimió, mientras veía a Alois preparar su propio miembro con gel. No pasó mucho tiempo antes de que le tuviera entre sus regordetes muslos, besándole con fuerza, mientras comenzaba a penetrarlo. El pequeño soltaba ligeros gemidos al sentir a su Daddy en su interior.

Alois comenzó con embestidas certeras, dando placer a Ciel, y sostuvo sus manos por encima de su cabeza, manteniéndolo quieto. El pequeño peligris jadeó al sentir la cálida lengua de su Daddy en el cuello, trazando un camino hacia sus pezones, y cambiando repentinamente el rumbo a sus labios.

Un  agresivo beso surgió entre los dos, dejándoles sin aire al separarse. El rubio marcó varias mordidas en las blancas clavículas de su niño, tomándole de la cintura para sentarlo sobre él. Ciel subía y bajaba, soltando algunos suspiros al sentir el miembro de su novio en su interior.

De pronto, Alois paró los movimientos de Ciel, alcanzó el dildo y lo acercó a su entrada. Los ojos grises del menor se abrieron con un gesto de preocupación, mientras el rubio metía poco a poco la cabeza del juguete.

Al entrar, Ciel encorvó su espalda y apoyó la cabeza en el hombro de Alois, reprimiendo el grito por la invasión. (N/A: Invasión zombie xd. AHRE NO, SIGAN LEYENDO :v). El mayor comenzó a mover el objeto suavemente, esperando a que Ciel se acostumbrara a la sensación.

Agregó algo de gel a sus manos y masajeó alrededor de la abusada entrada, metiendo sus dedos en algunas ocasiones, y provocando fuertes gemidos al menor. Sí, esto era una de las mejores experiencias de su vida.

Poco a poco, las apretadas paredes de Ciel cedieron un poco, permitiéndole meter completo el juguete. Solo entonces, le ordenó a Ciel: —Muévete ahora.

Autopenetrándose, este comenzó a subir y bajar con algo de dificultad, rodando las caderas. Podía sentir como era estirado de manera interna, pero no le molestaba; ya no dolía tanto. Pasaron los minutos y Alois encendió aquel vibrador que había traído antes, para ponerlo en la base del pene de Ciel, sacándole gritos de placer. El miembro de Alois y el juguete, sumando el vibrador, hacían de la experiencia la más placentera de las acciones sexuales entre ambos.

La mano del mayor pellizcó expertamente los endurecidos pezones de Ciel, sumando una nueva sensación hacia su frágil cuerpo.

Los jadeos de Ciel demostraban cuánto tiempo habían pasado sin compartir una cama con fines sexuales, y la brutalidad moderada de Alois era para volverse loco.

Dad-dy! Daddy, Ciel quiere correrse.

¿Mi bebé quiere correrse?— pregunta Alois con tono dulce, dejando un mechón de cabello detrás de la oreja del chico —¿Es eso lo que quieres?— metió dos de sus dedos en la boca de Ciel para que este los lamiera, y la saliva escurrió por sus labios mientras aumentaba la potencia de aquel juguete entre sus piernas.

No iba a resistir mucho más, y lo sabía.

Alois miró al chico: sus brazos y piernas completamente sueltos, y su abdomen plano contrayéndose entre su abrazo. Sus ojos casi entrecerrados y desenfocados dan largos y lentos parpadeos.

Hey, Daddy! 🖤 [AloisxCiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora