Cuando El Pais Se Perdió

FRANK

Cuando yo crecí, me crie como todo chico común, o eso es lo que creí, porque según yo, vivir tranquilo comúnmente es: convivir con el sonido de las personas gritando, el sonido de las balas ejecutando a la gente, y los gritos de los mafiosos pidiendo que la gente rogara por su vida y se arrodillara ante ellos; y esto era cotidiano, porque apenas abría los ojos, y ya sentía el miedo.

Para mí lo importante era estar despierto, porque no sabría a lo que me encontraría, aunque, igual me da miedo, todo... desde que crecí, hasta donde estoy ahora. Pero con el tiempo he aprendido a defenderme y atacar, ya que eso ha sido todo mi trabajo y a lo que me he dedicado en mi vida, y le agradezco a los mafiosos por sus enseñanzas, y una persona especial.

Mi historia comienza así...

18 de abril de 2479... apenas nací y ya vivía con el problema de la crisis que estamos pasando, pero, no pasé nada malo... en realidad es lo que me aseguraron mis padres, ya que de pequeño sentía la seguridad y la tranquilidad de que nada pasaba afuera, y que todo lo que escuchaba, eran personas entrenando...

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Pasaron 10 años y ya tengo la suficiente conciencia de lo que pasa afuera, he visto lo suficiente y escuchado lo suficiente... pero aún falta información. Ya que con el hecho de saber que es un arma lo que suena, no me justifica que esa arma no me atacará a mí. Por lo tanto fui instruido en el trabajo de la mafia junto a mi hermano mayor, quien se les unió apenas con 15 años de edad. Y gracias a él, crecí más consciente de lo que pasa a mí alrededor. Y no tan solo a él, ya que hasta los mismos mafiosos me enseñaron todo lo que es auto defensa y lo que ataque con la intención de ser una arma para ellos, y así ser una gran herramienta para su "gobierno".

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20 años ya tengo y ya sé cómo funciona el sistema de la mafia, y unos de los papeles que tenía que ser yo, era el de eliminar a los que retrasaban el progreso del Jefe, y yo no podía fallarle, o sino tomaban a mi familia y acababan con ellos y yo me quedaba solo. Todo este trabajo debe llevar tanta precisión y perfección, ya que cualquier error o pista que lleven a mi de que yo fui el asesino, pues me llevare la pena en la cárcel... Todo esto me lo advirtieron, pero nunca tuve las opciones para no unirme, ya que era si o si, y sin ninguna contradicción de uno, y sin rechazar el trabajo.

He visto chicos salir arrastrados, otros en bolsas, y escucho al Jefe gritar, "!NADIE SABE TRABAJAR BIEN CARAJO¡". Entre a su oficina y se acercó a mi poniendo sus manos en mis hombros diciendo:

-¡ESTE CHICO SABE COMO ACABAR CON LOS RETRASADOS QUE ME DETIENEN MI TRABAJO!-. Decía el con un tono de locura, como si yo fuera su única esperanza de vida, desesperado de tanto buscar y justo mi llegada reconforto su tranquilidad.

-¿...yo?-. Dije con tono de extrañeza.

-SI ¡TÚ!, TU SERÁS EL QUE REEMPLAZARA A ESTE IMBECIL...-. Me dijo el mirándome con seguridad y apuntando a Darell

-Pues, Darell (Actual servidor y extensión de lo que es parte del gobierno de la mafia, pero pronto será quien va a ser reemplazado) lleva más tiempo que yo señor, y yo solo sé ocupar un pistola. No creo poder con esta responsabilidad.-. Dije asegurado de que no me saldría una sorpresa.

-Espera... ¿qué?...-. Dijo él con cara de intentar corregir mi respuesta.

-Eso... de que Darell lleva más tiempo que yo en su gobierno, y para mi sería un trabajo muy difícil el de llevar unos de sus extensiones-. Le respondí con la misma seguridad de antes.

El soltó una risa, y mirando a los demás no dejaba de reírse, los otros le seguían el juego y se reían con el. Y en un momento busca bruscamente en su bolsillo de su chaqueta y saca una pistola. Con una puntería tan rígida, que llegaba a sentir como sus dedos sentían el placer de matar.