Capitulo 5

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Alison saltó de la camioneta al suelo.

-Te veo mañana por la mañana - dijo-. Ven temprano, tengo que llevar dinero al taller antes de ir al trabajo. Tienen mi coche retenido y, cuanto más tiempo pasa allí, más averías le encuentran.

-¿Por qué no te quedas tú la camioneta? -preguntó Lisa.

-Porque si te hago venir hasta aquí a recogerme y luego tenemos que ir a Wicker Park a por las herramientas, tengo que salir de casa a las seis y puedo evitar desayunar con Harry.

-¿Ya lo estás evitando? ¿Significa eso que tu plan no marcha bien?

-Le encanta todo lo que hago -repuso Alison con frustración-. Hace dos noches preparé una cazuela de pescado horrible y anoche hamburguesas de tofu espantosas, pero él siempre sonríe y me felicita por la comida. O tiene un estómago de acero o me sigue la corriente.

- O es un hombre amable que no quiere herir tus sentimientos. ¿Cuál es el menú de hoy?

Alison sonrió.

-Esta noche toca risotto mal cocido que sabrá como la pasta para el papel pintado. Creo que es hora de pasar a la segunda fase del plan. La decoración. Estoy pensando en un tema magenta mezclado con muchos lazos y fruncidos. Una mezcla de casa de muñecas victoriana y burdel francés. Cuando acabe con su casa, él acabará conmigo para siempre.

-Y eso es lo que quieres, ¿verdad?

Alison asintió.

-Sí -murmuró.

Pensó en el beso que habían compartido unas noches atrás, cerró la puerta de la camioneta y dijo adiós a Lisa con la mano.

Se sentó en los escalones de la entrada y miró la calle con árboles a los lados.

Después de cuatro noches en casa de Harry, empezaba a estar agotada. Era muy cansado esforzarse por no bajar la guardia, por mantener las distancias y resistirse a sus encantos.

Suspiró con suavidad. Tenía que admitir que Harry no se había mostrado ansioso por repetir la experiencia del beso, y no por falta de ocasiones. Era indudable que no había disfrutado tanto como ella.

Un escalofrío recorrió su cuerpo y se frotó los brazos a través del abrigo. ¿Cuánto tiempo podía seguir mirándolo todas las noches a través de la mesa, imaginándolo luego dormido en su cama mientras ella yacía despierta? No había pasado ni una semana y ya estaba a punto de derrumbarse bajo la presión del deseo.

-Puede que sea hora de buscarse un abogado -murmuró. Si encontraba el modo de anular el contrato, no tendría que preocuparse de los próximos tres meses, podría marcharse en cuanto el acuerdo le resultara imposible de cumplir, lo que podía ser muy pronto si él decidía volver a besarla...

-O quizá no -susurró.

Había otra opción. Habían acordado pasar tres meses juntos; podía olvidar su cautela y vivir una aventura apasionada con él. Entregarse a una experiencia que tal vez no tuviera nunca con otro hombre. Y luego alejarse sin remordimientos y con muchos buenos recuerdos.

-¿Alison? ¿Qué haces sentada aquí fuera?

La joven se volvió y vio salir a Harry por la puerta. Bajó y se sentó a su lado, rozándola con el hombro.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí? -preguntó.

-No mucho. Acaba de dejarme Lisa.

-¿Ha sido un día duro?

Alison se encogió de hombros.

-Mucha limpieza de otoño -estiró los brazos ante sí-. Siempre me entristece ver que llega el invierno. En todas las demás estaciones del año hay algo que esperar. En primavera hay que planificar y plantar, en verano ver crecer las cosas y en otoño alcanzan su madurez. Y luego se congela y se acaba todo durante seis meses.

'Legalmente Suya' H.S (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora