En este pozo sin fondo
sigo buscando un suspiro
que me ayude a superar esta pena...
Y que sea para mi un alivio
que termine con esta condena,
pero todavía no consigo coger aire
y mi cabeza se apunta otra derrota,
la derrota de no poder estar
con una persona maravillosa.
Tal vez tenga yo la culpa
y corrí como un mocoso,
ya que era la más bonita estrella
que jamás vieron mis ojos.
Me olvidé de quererme
y empecé a querer a ella,
y ahora que ya no está
no se que significa la fuerza...
Me odio por no estar a su altura
ni tampoco estuve al alcance de su mano
ya que ella me veía a mi,
como un amigo entregado,
entregado a su vida, a ella, a su lado...
aunque ella ya sabía,
que me moría por sus labios.
"Dejaré la puerta de mi alma encajada,
por si algún día vuelves,
y poder verme de nuevo en el espejo,
sin miedo a la muerte".