¿Cómo continuo ahora?

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[... Narra Anastasia ...]

Paso al lado de la puerta de la habitación del cuarto que está ocupando Kathara, y escucho un ruido, toco la puerta, y no escucho respuesta alguna. Quizás ya ha bajado y fueron sólo imaginaciones mías, pero algo me dice que no es así. 

Decido entrar, abro la puerta y no puedo creer lo que veo, Kath estén en el suelo envuelta en la toalla, su móvil está a su lado, aún en una llamada. 

Sea quién sea no quiero preocuparle así que decido no gritar, me acerco a Kath casi corriendo e intento despertarla, cuando empieza a cobrar sentido le retiro el móvil y cancelo la llamada. 

-¿Estas bien? -le digo mientras la ayudo a incorporarse, Kath no me dice nada- No te preocupes, a veces las embarazadas nos desmayamos, es algo normal -Kath casi ni me mira, veo como una lágrima cae a la alfombra. La ayudo a sentarse en la cama y la miro fijamente, no aparta la mirada del suelo -¿Kath? 

Ella sin decirme nada me abraza fuertemente, y estalla en llanto, no sé que le habrá pasado pero que ella se ponga de esta forma me hace pensar que el culpable de esto es Zoca. 

Kath al fin empieza a relajarse y aún sin decirme nada se recuesta en la cama, coge una de las almohadas y la abraza, sus ojos están rojos e hinchados. Me recuesto a su lado, y empiezo a acariciar su pelo. Sé que no quiere hablar, ahora no, ahora necesita a su hermana mayor, y soltar todo lo que lleva dentro. 

Ya pasado varios minutos, aferrada aún a la almohada y recibiendo mis caricias, y alguna que otra cosquilla causada cuando juego con su pelo, se deja dormir. 

Con cuidado, e intentando hacer el menor ruido posible, me levanto de la cama y cierro la ventana, no quiero que coja frío y se ponga enferma, en los primeros meses de embarazo hay que tener mucho cuidado, ya que al ser primeriza puede perder al bebé. 

Bajo las escaleras y me siento en el sofá con Wes, él me mira interrogativo. 

-¿Qué? -me pregunta al fin, niego con la cabeza, le abrazo y suelto en llanto toda la impotencia retenida por no poder ayudar a mi hermana pequeña- Ya paso, ya paso -Wes me empieza a acariciar y a abrazarme muy fuerte, como si no quisiera soltarme. 

-Es por Kath -le digo una vez que he podido relajarme y respirar tranquilamente- No sé que le pasó, pero se ha desmayado y no ha dejado de llorar, se acaba de dormir y no quiero agobiarla con esto, pero me preocupo por ella...

-Lo sé, es tu hermana pequeña y es normal que te preocupes por ella, pero seguro que te lo cuenta tarde o temprano, siempre lo hace. ¿Lo sabes no?

-Sí, lo sé, pero no puedo dejar de preocuparme por ella. 

-Tienes un gran corazón Ana, y te amo por ello -Wes se acerca a mí y me da un beso bastante apasionado, tanto que podría reparar cualquier corazón partido o dañado, en un solo beso hace que todos mis problemas desaparezcan, es como si tuviera una habilidad especial para conseguir hacerme sentir bien, siempre. 

Nuestros besos aumenta de intensidad, sus manos empiezan a recorrer todo mi cuerpo, la adrenalina se empieza a abrir caminos dentro de mi, como si fuera a explotar. Me recuesto y Wes se me echa encima, nuestros labios fundidos parecen uno solo, empieza a jugar con la cremallera de mi chaqueta, subiéndola y bajándola, provocando a la fiera que llevo dentro, o al menos eso dice él... 

[...Narra Zoca...]

Cuelgo e teléfono impactado por la noticia. Malcom me ha dicho que ya Kath sabe que soy padre, por desgracia Nicol se lo ha dicho, y le ha contado también que estoy de nuevo con Leyre. Pero no es que esté de nuevo saliendo con ella, todos piensan que sí, pero no es así.

Sólo por placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora