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Cazando Conejos con Arco:

La caza con arco del conejo, se puede realizar tanto en espera como en acecho. Personalmente, disfruto más la última, porque caminando se hace más atractivas la caza, aumentando las probabilidades de tiro en las distintas zonas de las querencias de los conejos. Esta técnica exige caminar muy pausadamente, mirando afinadamente el terreno en el cual se estima estarán los conejos. Si bien es cierto que a veces cuesta verlos, una forma fácil de localizarlos y distinguirlos del entorno, es visualizando sus orejas que tienen una forma distintiva al igual que examinando su forma uniforme. Si el conejo está en un lugar con poca vegetación es más fácil de hallar.

Estos animalitos son realmente sensitivos, poseyendo un oído, olfato y vista extraordinarios, por lo que debemos afinar ciertos aspectos de nuestra técnica para aumentar nuestras posibilidades de cazarlos. Lo primero es caminar siempre contra el viento, cosa que el conejo no pueda ventearnos. Lo segundo es nuestro caminar. Hay que avanzar con el menor ruido posible, ya que cualquier chasquido por ínfimo que sea (ramas rotas u hojarasca) alarmará al conejo de inmediato. Ahora, si lo has tiene divisado y el conejo siente algún ruido extraño, mirará hacia el origen del ruido. En ese caso hay que quedarse estático hasta que el animal retome su actividad; sólo en ese momento, el cazador puede volver a caminar pero con mayor lentitud y cuidado, resguardándose con ramas o arbustos. Esto, junto con un adecuado camuflaje, nos dará más posibilidades de acercarnos para colocar una buena flecha.

Sin lugar a dudas, el momento más crítico es cuando hay que tensar el arco. Es en ese preciso momento cuando he perdido presas por la razón de que el movimiento no  pasa desapercibido para el conejo, si no que es bastante notorio. Por eso hay que tratar de tensar el arco tras la vegetación para disimular ese movimiento. Si el conejo está muy cerca, a unos 5 o 7 metros, esto se hace aún más complicado en comparación a cuando está más lejos, digamos a unos 10 o 15 metros, especialmente si el arco es de poleas. Con este tipo de arcos suceden dos cosas: el deslizamiento de la flecha por el apoya flechas, puede producir ruido que, por mínimo que sea, alertara inmediatamente al conejo: Esto, en conjunto con la acción de tensar pude hacernos perder la presa casi de seguro. Por eso, yo recomiendo tirar a presas que estén entre los 10 y 20 metros para asegurarlas.

Otro elemento a considerar, y tal vez el más importante, es saber colocar la flecha en el lugar correcto. No es llegar y tirar al bulto con el conejo ya que tiene una resistencia increíble. Hace pocos días atrás, di con una flecha en abdomen y el conejo corrió y se metió en la zarzamora haciendo muy difícil el poder recuperarlo. Pegar en abdomen sin afectar columna, es casi un conejo perdido, ya que saldrá corriendo y se meterá en la zarzamora o en su madriguera excepto que el conejo quede atascado en la entrada de la zarza por la flecha, pero eso sería tener más suerte que otra cosa. Por ello, este tiro no es para nada recomendable. Hay que pegar en una zona vital que no es más grande que una manzana (siendo eso demasiado). Entonces, cuando se tenga al conejo a tiro, no apunte directamente a las costillas ya que uno tenderá a pegar en estomago o en hígado que, aunque son tiros mortales, no impedirán que el conejo pueda correr y refugiarse, con la consiguiente pérdida de la flecha y del animal. Como se ve en las fotografías anexas, el tiro tiene que ser realizado apuntando a las patas delanteras para así afectar una zona vital importante o, mejor aún, en la cabeza, con lo que el conejo queda totalmente inmovilizado y muerto casi al instante, en el lugar del disparo.

Las puntas que utilizo, por lo general, son las judo y las blunt. Lo malo es que estas puntas, aunque la judo esté diseñada para evitarlo, si la tierra está muy dura, como sucede en Diciembre y Enero, la flecha inevitablemente rebotara contra el suelo, posibilitando la pérdida de la misma.

Para mí, la caza con arco del conejo es la mejor practica para luego ir tras una gran presa como son el ciervo o el Jabalí, ya que: primero, uno aprende a estimar la distancia adecuadamente y, segundo, si pegas en zona vital a un conejo a 20 metros es muy poco probable errar la zona vital de esas presas a 30 metros de distancia. Por otro lado, se aprende también, a controlar la emoción y el pánico de blanco. Animales tan majestuosos e imponentes como esos, significan una mayor descarga adrenérgica, así que, mientras más preparado se esté, mejor resultado obtendremos en nuestra caza mayor.

                                                                                             

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