Even if in die , It's gonna be you

11 de enero de 2018

11 de Enero de 2018

El día había comenzado normal, no tenía ganas de ir al Instituto. Supongo que cualquier otra persona con mi misma situación no habría querido ir.

Había llegado a clases, como de costumbre los insultos no habrían tardado en llegarme.
"Maricón de mierda", " Purita insolente", "Antisocial"," Puto friki".
Eran los insultos que nunca faltaban en mi día a día.
Todo normal.
Había soñado la campana para el recreo, las clases, como siempre, entre insultos y pequeñas "bromas" contra mí.
Yo estaba en una esquina escuchando música, cuando se acercaron tres compañeros de mi clase.
- Aquí tenemos al marica de la clase - Dijo Kai
- Dejadme en paz, no tengo ganas de peleas -Les pedí
- Levántate - Ordenó Chanyeol
Con miedo me levanté guardando los auriculares en mi mochila.
- Nos da igual que no tengas ganas de peleas - Dijo Kyungsoo cogiendome de la camisa y estampándome contra la pared - Hoy es lunes y toca paliza.
" Y los martes, Miércoles, Jueves, Viernes" Pensé derrotado.
- ¿No vas a decir nada? -Preguntó Kai
- No, pegarme y ya está. Qué sea rápido por favor. - Suspiré cerrando los ojos.
Kyungsoo soltó una pequeña risita y me tiró al suelo.
Solté un gemido de dolor y miré a los tres abusones.
- ¿Por qué no lo dejáis en paz? - Los cuatros miramos al chico que había dicho esa frase.
- ¿ Y quién como eres tú? - Pregunto Chanyeol
- Eso ahora mismo os da igual, dejadlo o avisaré a un profesor - Dijo el chico que no había visto antes.
- Vete antes de que te peguemos a tí - Dijo Kai
- Que me peguéis o le peguéis a él no importa.Los que seréis expulsados seréis vosotros - Dijo él.
- Ash, está vez te has librado - Dijo Chanyeol refiriéndose a mí - Como os pillemos a los dos juntos, la pagaréis muy caro - Añadió antes de irse con los otros dos
- ¿ Estas bien? - Me preguntó ayudándome a levantarme.
-  S-Sí , e-estoy b-bien - Dije
Al levantarme y apoyarme sobre mi pie, sentí una punzada de dolor en mi pierna.
- ¿ Seguros que estas bien? - Dijo el chico señalando mi pierna - Esta herida no tiene buena pinta.
Él tenía razón, mis pantalones estaban rasgados y una gran franja de sangre recorría mi pierna.
Al ver que no decía nada, me cogió de la cintura y pasó su brazo por mi hombro.
- Vamos a la enfermería - Me dijo mientras me ayudaba a caminar.