1

574 43 12
                                    

Esto ya no tiene sentido.

Mi canción favorita ya no tiene el mismo efecto en mí, no suena igual. Mi comida favorita ya no sabe tan bien como cuando la adoraba. No puedo fingir por lo menos una sonrisa en mis vídeos, no puedo intentar hacerlo, no se me da. La gente que me veía a menudo no ha sabido nada de mí durante estas semanas, mi hermano de seguro no ha notado que no he salido para nada de mi cuarto durante estos días, la verdad ni siquiera como ya... ¿Para qué? De todos modos, pronto dejaré de respirar.

Duermo apenas durante las madrugadas, entre 2 o 3 horas máximo. Tengo miedo de que si duermo demasiado las pesadillas de esos tiempos vuelvan.

// -Come algo.- Le compré un sándwich a mi hermano menor, no comíamos desde que nos fuimos de casa y habían pasado casi 2 días.

-¿Tú no tienes hambre?- Él sabía perfectamente que no había mucho dinero, y obviamente si le decía la verdad iba a querer compartirme un poco de su comida, pero si lo hacía, pronto le podría dar inanición, y prefería pasar yo por eso antes que le pasara algo a él.

-No, no tengo hambre; come tú.- Le respondí con una sonrisa que bastó para que comenzara a ingerir el alimento. Mi estómago rugía y pronto me quedaría sin energías, pero él importaba mucho más que yo.

Lo último que recuerdo fue la cara asustada de Carlos al ver que caía sin poder moverme, sentía que mi cuerpo estaba muy lejano a mí, sólo escuchaba un zumbido muy leve, que me daba trombones en la cabeza. Su voz sonaba alterada, pero no entendía nada de lo que decía, mi cerebro no asimilaba nada de mi alrededor.//

No sé ni qué hora es, debe ser muy tarde, pero no tengo noción del tiempo, mi habitación está a oscuras por la persiana cerrada. Tengo un vacío en el pecho, cuando joven esto era lo que quería, vivir en paz, con un trabajo que me gusta, pero ya nada tiene sentido, ¿Para qué dormir? ¿Para qué trabajar? ¿Para qué comer? Es un ciclo infinito, que no acabaría hasta el día de mi muerte... ¿Realmente esto es lo que quiero? ¿Esto es vivir?

Me levanto decidido de mi cama, cosa que no hago hace varios días, y voy a mi caja insonora. He planeado hacer esto por mucho tiempo. Prendo mi computador y voy directamente a mi canal de youtube. La solicitación para eliminar mi cuenta de esta plataforma ha sido efectuada, hago lo mismo con todas mis redes sociales, desde este momento, "8cho" ya no existe.

Mi boca está seca, no he bebido nada al igual que no he comido... no me gusta nada esta sensación de sequedad. Luego de unos minutos, finalmente estoy en el pasillo. La luz de la casa es demasiado brillante para mis ojos acostumbrados a la oscuridad. Me toma un rato ver bien, y cuando lo hago voy directamente a la cocina, pero para llegar allí debo pasar por la sala de estar.

Camino mirando al piso, evitando chocar con los muebles que hay. No me doy cuenta de que mi hermano está sentado en el sofá hasta que estoy a pocos pasos de él. Lo miro un poco por el rabillo del ojo y veo lo que hace: está con la mirada fija en su celular y como si fuera un robot me mira de inmediato apenas paso por su lado. Antes de que pueda seguir con mi camino, Carlos me toma del brazo y me para en seco.

-¿Estás bien? No te he visto salir de tu habitación en días.- Ni siquiera me molesto en responderle normalmente.

-Sí.- Es lo único que digo.

-¿Has comido? Estás un poco pálido.- Su tono es algo preocupado, pero sobre todo muy calmado. No me molesto en mentirle más y me voy a tomar algo a la cocina.

El congelador tiene bastantes botellas con agua, así que saco una de ellas, la abro y me trago su contenido, no me percato de que tengo tanta sed hasta que el líquido está en mi lengua, mientras me la bebo, escucho que mi hermano está hablando por alguien por celular, lo hace tan bajo que no logro entender lo que dice.

Boto la botella vacía al basurero y me devuelvo por el living en dirección a mi habitación, pero Carlos me agarra nuevamente antes de que pueda llegar al pasillo. Me obliga a sentarme en el sillón junto a él.

-Sospecho que no has comido, así que pedí tu pizza favorita para que cenemos.- No me doy cuenta de que era tan temprano, pensé que era de madrugada.

-No tengo hambre.- Sigo sin mirarlo a los ojos.

-Mentiroso...- Murmura y yo finalmente veo su cara sin expresión.- Tu comida está intacta, no comes de hace días, ¿Crees que soy idiota?- Guardo silencio por unos instantes, la presión de mi pecho es cada vez más fuerte y ya casi no la puedo soportar. Él suspira un momento y su tono se vuelve más suave.- Dani, por favor.- Suplica y posa su mano en mi hombro, doy un pequeño salto de la impresión, había olvidado el contacto humano de un modo conciliador .- Me estás preocupando, ¿Qué te ocurre?- En cualquier momento estallaré.

-Na...- Antes de que pueda terminar de decir la palabra la voz se me quiebra y le doy la confirmación de que efectivamente algo me pasa.

-Daniel, por favor dime al...- Lo interrumpí.

- ¡Nada, no me pasa nada! ¡Nada de nada!- Empiezo a gritarle y con cada palabra mi voz va perdiendo intensidad hasta convertirse en un llanto que no puedo controlar. Rápidamente me tapo la cara con las manos, no quiero que me vea así, aunque no puedo evitar sollozar.- Por favor, ya déjame.

-No.- Me tira con algo de fuerza de las manos para apegarme a él y me abraza, hace mucho que no lo hace. Realmente lo necesito, devuelvo el abrazo fuertemente y me hecho a llorar sobre su hombro; puedo sentir como su corazón empieza a latir rápidamente, y es que nunca me ha visto tan angustiado, siempre trato de esconder mis sentimientos de debilidad frente a mi hermano, pero esta vez me pasaron la cuenta.- Dani, tranquilo.- Su voz está demasiado nerviosa, no me importa y sigo abrazándolo con más fuerza todavía.- Por favor, dime qué te pasa.- empieza a acariciar mi espalda y eso me calma un poco.

Justo entonces tocan la puerta.

Mi razón de vivir [Tri8cho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora