Tú eres la protagonista.
Esta es una historia de amor entre Haru Yoshida y tú. 👫💞✨
🖤 (っ˘з(˘⌣˘ ) 🖤
Si estas aburrid@ puedes leer este Fanfic para pasar el rato.
Este Fanfic se realizó con fines de entretenimiento. :v
Si no te gusta la histo...
Estaba enfadada y triste. Sentía muchas sensaciones negativas a la vez.
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-Tu historia no tiene sentido.-
Los policías me llevaron detenida, como a una delincuente. Porque según mamá y ellos, yo era la responsable de la muerte de mi hermano. Ellos no pensaron en mis sentimientos. Yo no sería capaz de hacer algo así. NUNCA. Le prometí a Keisuke que, nunca jamás a nadie le contaría sobre la existencia de Vampiros. Y yo no rompo mis promesas.
-Nosotros sólo fuimos a investigar sobre los asesinatos ocurridos en esa hacienda.- -Bueno. Ese no es su trabajo, ni tampoco de su incumbencia.-
Yo los fulminaba con mi mirada.
-Los sucesos se están volviendo a repetir. ¡Y ustedes los están ignorando! los cadáveres coinciden con la personas reportadas como desapa...- -¡¡¡Silencio!!!- El detective me interrumpió y lanzó su puño contra la mesa. -No nos estás contando toda la verdad.- Me miraba fríamente.
Estaba a punto de perder la paciencia pero no podía con esto, no en esta situación.
-Es que... Alguien nos atacó a mi hermano y a mí, no recuerdo más...- -¡No me jodas con eso niña! Toda la población sabe que la Hacienda Neretzu está prohibida.- -¡Es todo! ¡¡¡Sólo son una masa de policías maricas y corruptos!!!-
凸(╬｀益')凸 ٩(╬ʘ益ʘ╬)۶
Llamaron a seguridad e inmediatamente me sacaron a rastras de ahí. Me dirigí hacia mi casa. La vida ya no tenía sentido para mí. Seguía en estado de shock. Comenzó a llover precipitadamente.
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-Parece que La Vida sabe cuándo estoy triste.- Dije en voz baja.
Me sentía sola. Antes eramos Keisuke y yo contra el mundo entero, y ahora... No hay nada... Él no sólo era mi hermano, sino también, mi todo. Cuando llegué a casa, escuché que mamá estaba hablando por teléfono con alguien. Ella estaba furiosa conmigo, tanto que ni cruzaba palabra alguna. Me dirigí hasta la habitación de Keisuke y me recosté en su cama. Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. Estaba desbastada. Y así, finalmente caí inconsciente y me dormí.
