Fanfic 8cho (proyecto)

T H R E E.

8:55 y simplemente no quiero conocer a esa chica, simplemente quiero ir al departamento de esa Vanessa y colgarla en el techo mientras la golpeó hasta que este completamente mojada, pero no, aquí estoy poniéndome una puta camisa, no entiendo la razón de vestirme así, es una simple desconocida de visita.
- Daniel deja de tocarte y ven, nuestra invitada está en la puerta.
- Ya voy. - me dirijo donde escucho voces y la veo, la imagen de la insulsa chica se fue de mi cabeza al verla sentada en el sofá hablando alegremente con mi hermano, dios esta más ardiente que hoy, en ese vestido negro super apretado, marcando el culo que hace minutos fantaseaba en azotar y el escote tan profundo que me permitía ver un hermoso lunar entre sus senos.
- Hola, creo que ya nos vimos antes - dijo a modo de saludo mientras que venía balanceando sus caderas como pidiendo que la agarre y la empotre contra la mesada a mis espaldas- no sabía que tenías una pareja tan atractiva - dijo mirando a Triline.
- No es mi novio, es mi hermano.
Ella lanzó una carcajada y pidió perdón, mientras relataba como siempre dice todo lo que piensa, yo solo veía cómo se movían sus labios y la imaginaba gritando mientras yo la penetraban con mi lengua.
- ¡Daniel! Ven conmigo a poner la puta mesa. - dijo amenazante mientras me arrastraba del brazo.

Luego de una larga cena decidí ir al baño para intentar olvidarme de cómo Vanessa lamía todo lo que se acercaba a su boca, simplemente fue una tortura. Mientras me refrescaba escuché como la puerta se abría.
- Podías simplemente tocar.
- Otro día lo haré - dijo con una risita- Solo vengo a decirte que dejes de desnudarme con la mirada, creo que deje bien en claro que estoy deseosa de tenerte para mi- en ese momento simplemente me congele mientas que se quitaba el diminuto vestido, su cuerpo era más caliente de lo que se veía y en la lencería de encaje, mientras me quitaba los pantalones, tocando mi miembro, con un breve susurro aviso su próximo movimiento y lo coloco en su boca provocando que mi manos fueran a su cabeza pidiendo más profundidad, mirándome a los ojos cumplió mi deseo, comenzó a lamer y succionar hasta que mi cuerpo estaba al borde del gran final donde solo escuché "dámelo" y libere todo el estrés mientras observaba ese culo sacudiéndose mientras su lengua limpiaba cada gota. Luego de eso se vistió y se retiró, sin darme una explicación, de pronto a ese baño le falta esa presencia poderosa y arrebatadora.

Estuve varios minutos analizando la situación, pero nunca imaginé que solo era la una probada de lo que era capaz de hacer.

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Luego de años decidí retomar está historia, todavía es un proyecto, pero me vino una inspiración.