Narra Damian.
Después de lo ocurrido en la cafetería me quede con Maite comiendo el almuerzo. La verdad es que me gusta, me gusta mucho. Ella es hermosa por dentro y por fuera, tiene unos bonitos sentimientos y es tierna y adorable, aunque muy en el fondo de ella, porque los oculta, pero yo los logro ver. Yo creo que a ella le gusto por la forma en que me mira, que siempre que hablamos ella esta con una sonrisa que puede cautivar a cualquiera y claro, a mi ya me ha cautivado. Pero yo no soy una buena persona para ella, incluso para Amy, que es mi mejor amiga. Aunque yo no le hablo mucho a Maite porque me da algo de pena y soy un poco tímido cuando estoy con ella, Amy y Maite son todo lo que tengo junto con mi mamá. Mi padre murió cuando yo tenia 12, me dijo que tenia que cuidar muy bien de mamá y de Amy, ya que para mis padres Amy era como una hija mas de ellos. Para mi fue algo que hasta la fecha no eh podido superar, si lose, dirán ¿Pero como no lo puedes superar si ya pasaron tres años? Pues si, todavía no supero la partida de mi padre. Entonces desde los doce años empecé a consumir droga, para tratar de calmar todas esas emociones encontradas. Y eso no lo sabe ni Amy ni mucho menos Maite. Me siento tan mal mintiendoles, pero se que es lo mejor para ellas. No se pueden enterar de que soy un jodido drogadicto.
*Flashback*
Nos encontrábamos en el hospital ya que habíamos tenido un accidente. Un auto se nos cruzo cuando íbamos arrancando para poder llegar a casa después de la reunión en casa de mi abuela, nos choco por el lado del conductor donde se encontraba mi padre, al parecer se había pasado un alto.
-¡SUJETENSE!-Grito mi padre tratando de controlar el auto. Mi madre como reflejo se volteo hacia mi y me puso una mano en el pecho para que no me golpeara con el asiento.
Después eso me dio un dolor insoportable en mi cabeza y todo se volvio negro.
Cuando desperté estaba en un cuarto completamente blanco. No sabia donde me encontraba hasta que un olor a medicina y a alcohol me llego a la nariz. Estaba en el hospital.
Me voltee para poder ver mas y vi a mi madre en el sillón de la habitación, ella solamente tenia un yeso en el brazo. ¿Pero porque? me preguntaba, estaba muy confundido, entonces me llegaron los recuerdos del accidente. Me alarme al no ver por ningún lado a mi padre, pensamientos negativos inundaron mi cabeza, no aguantaba mas, mis ojos se me llenaron de lágrimas y fue entonces cuando mi mamá despertó.
-Cariño, despertaste.-Dijo mi madre con lágrimas en los ojos.
-¿Donde esta papá?
-Damian tienes que descansar, de acuerdo.
-No, ¿Donde esta? Quiero verlo. ¿Como esta?-Dije con lágrimas que brotaban cada vez mas y mas de mis ojos.
-Descansa mi amor.
-Dímelo ahora.-Le exigí a mi madre.
-Esta siendo operado, el esta muy grave, recibió un gran golpe en la cabeza, y los doctores dicen que puede quedar en coma.-Cada vez lloraba mas con la palabras de mi mamá, cada palabra me destrocaba el corazón, sentía que no podía mas.
Pasaron dos semanas, desde que había salido del hospital, pero mi padre seguía ahí adentro, el estaba muy delicado pero los doctores confiaban en que iba a estar bien.
Estábamos de camino al hospital mi madre y yo. Estaba metido en mis pensamientos que no me di cuenta de que ya estaba en la recepción del hospital.
Subimos al ascensor y fuimos directo a donde mi papá. Entre a la habitación solo ya que mi mamá iba a entrar luego. Abrí la puerta lentamente y mi padre estaba con los ojos cerrados. Me acerque a el, y acaricie su mano, las lágrimas vinieron a mis ojos y sin permiso alguno empezaron a rodar por mis mejillas.
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Desastre en mi corazón
Teen FictionAmy Jones cursa el ultimo año en su instituto. Amy es una chica rebelde, mala, que siempre lleva ropa oscura y unas gorros. Ella piensa que todo iba a ser como sus años anteriores, materias reprobadas, amigas rebeldes, maestros que la odian, y chavo...