Historias De Amor ~ SEUNGCHUCHU Cortos

P - Orgullo

Okey... Me gustaría explicarles que la saga que verán a continuación "P-E-C-A-D-O-S" contarían historias un poco más oscuras y sin fluff, deseo terminarla pronto y agregar más cortos con todo el amor que esta pareja se merece pero creo que no está mal un poco de Dark. Sin más advertencias me despido

El humano puede ser más complicado de lo que uno piensa, él lo sabe mejor que nadie, y odia eso.

Mira su cuerpo en aquel espejo de pared antes de vestirse con aquella ropa que ocultaba, lo que muchos sabían pero preferían ignorar, y sonríe. Esa sonrisa tan perfecta y risueña que engaña a el mundo que lo rodeaba, incluso a él. No era necesario decirlo, sabía que estaba enfermo, sabía que no era normal que su piel resaltara sus huesos de aquella manera, o que la comida le produciera aquel asco que en soledad prefería devolver. ¿Como había llegado a esto? Siempre le decía a su mejor amigo que Amara su regordete cuerpo cuando él mismo prefería vomitar todo bocado que comiera. ¿Cuando comenzó? ¿ Cuando el dolor superó el perfecto mundo que mostraba en cámara? ¿Porque nadie le ayudaba?

¡AYUDA!

La intromisión en su cuerpo, aquello que lo profanaba se alejó de sí, de nuevo se había perdido en su mundo.

-¿Lo ves? Es mejor cuando te quedas quieto y callado-  proclamó el invasor

Daba igual, se levantó con lentitud mientras el hombre se arreglaba su perfecto traje para salir y finjir ser aquel que muchos admiraban. Si tan sólo supieran que ese mounstruo le había asesinado - ¿Y que mejor definición para tu violador? Pues, si lo piensas no hay gran diferencia entre aquel que quita la vida y quién mata tu inocencia - desde... ¿Cuando? Ya ni lo recordaba, pero seguramente era el tiempo necesario para aprender a cerrar sus ojos y perderse en ensoñaciones, engañando a su mente para que olvidar aquella pesadilla que ahora miedo no le daba.

Sus piernas temblorosas, sujetaron por última vez su propio peso antes de correr al baño y devorlver lo poco que había comido para aparentar quién ya no era. Un transtorno que él mismo creo, igual de incómodo que la vida -si es que aún podía llamarla así- que vivía. Quizás para pedir ayuda, quizás porque en algún momento sus lágrimas de acabaron o quizás porque los cortes en su muñeca ya eran demasiados y necesitaba otra forma de no tan evidente para descargarlo. Aquél que en un sueño de terror vivía, un muerto en vida que no tenía el valor para acabar con su vida porque, como iluso, aún soñaba que alguien lo salvaría ¿Que mejor mentira que la misma esperanza?.

Algo tan simple y propio de los humanos, que en el perecía. La víctima perfecta; un simple niño con sueños e ilusiones, temeroso de decepcionar a los demás, incapaz de hablar, alguien que tragaba aquellos gritos esperando ser rescatado, como quién espera una gran recompensa sin hacer algo para merecerla, ese era él. Quién debía ser perfecto, y sonreía con su peor pecado, maldita sea la hora en la que creyó que los comentarios ajenos dolerían más que perder su orgullo.

Sabrán ustedes quién es