Michelle & Tony

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A Michelle le costó bastante aceptar que Tony la quería de una forma bastante dolorosa. Bastante egoísta. Aunque bueno, no es que hubiera mucha diferencia. Ella también lo era. Michelle giraba en torno a ella misma. Tony lo hacía con él. Pero de alguna manera lograban chocar y olvidarse por un momento de ellos mismos. A Tony le costaba más tiempo olvidarse de él, pero al final lograba decir ''Michelle''. Ella sonreía y lloraba y los ojos verdes vidriosos llenos de rabia y amor por Tony.

Ella sonreía en el día (así como tengo el mejor novio del mundo, es h-e-r-m-o-s-o, y yo me lío con él, tú no) y ''Hey Tony, ¿qué tal mi falda rosada?'' Tony miraba hacía el horizonte –hacía los pechos de aquella rubia, o a el tipo que robaron-, y escuchaba sin escuchar, así como dejándose amar, sin hacer nada, sólo respirando y sonriendo.

Pero Michelle no lo entendía. Y es que ella tan bonita, con sus ojos de gato –indiferentes, egoístas, odiosamente bonitos- y sus piernas interminables, ignoraban que Tony sólo lograba pensar ella cuando la miraba a los ojos de felino.

Pero de tanto mirarla la desgastó. Michelle se oxidó de tantas lágrimas, tantos ''vetealcuerno'', tantas promesas incumplidas. Y ella sólo gritaba, gritaba un: ''¡sólo dilo Tony dilo, di que me quieres!'', luchando con todas sus fuerzas para seguir creyendo que él sólo miraba el horizonte.

Él no la escuchó. O no quiso hacerlo. O su egocentrismo le dijo que podía ocuparse de ella después porque Michelle siempre va estar ahí para él. Ella es una pintura que nunca se moverá de la pared.

(Se escurrió, entre las grietas, el agua del cemento, el rímel corrido que antes decoraba sus verdes ojos) Michelle, al final, no pudo con dos órbitas, con la de Tony bueno y con la del Tony ido, ese que se dedicaba a mirar al horizonte. No podía soportar pensar que Tony antes fuera tanto y que ahora Tony fuera tan poco.

Y fue real(doloroso). Tanto que el azul de los ojos de Tony sólo era vulgar, no era bonito. Y de Michelle sólo quedó un vago recuerdo de lo que fue, totalmente dañada, ya no era esa bonita chica se sonrisa fácil y siempre de fiesta.

(Era cierto. Verdadero. Y Michhelle se agarró en el último momento a esa ilusión que no era ilusión. Que sólo era una sonrisa mirando al horizonte. Se quedó con el recuerdo de Tony sonriendo, que aunque era una sonrisa ida, era la mas bonita del mundo.)

Tony tenía una sonrisa pequeña. Y es como si volviera a tener cinco años. Vivaz, joven, inocente. A Michelle le gustó la expresión y las palabras que sonaron tan delgadas y bonitas.

Él lo dijo: ''te quiero''. Y Michelle (la chica de ojos de gato) se sintió un poquito más bonita. Más soñadora, grapando con esperanza esa unión que se había desgastado de tanto golpe, literalmente.

The end of Skins -Skins Fan Fiction-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora