Capitulo 2

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Cuando Raz volvió a la sala principal se sentó frente a Ofen que estaba bebiendo jarras de cerveza como si fueran agua. Tenía mucha resistencia al alcohol, o al menos disimulaba muy bien su borrachera.

-​ ​ ¿Qué​ ​es​ ​lo​ ​que​ ​quería​ ​el​ ​príncipe?

-Bah, lo de siempre. Que, aunque no debería haber ido fue un buen trabajo. -dijo Raz omitiendo deliberadamente que preguntó sobre Hermos. - También tengo una buena y una mala noticia.

¿Cuál​ ​quieres​ ​primero?

-Maldita​ ​sea. ​ ​-​ ​dijo​ ​Ofen​ ​mientras​ ​se​ ​mordía​ ​el​ ​labio​ ​inferior​ ​pensando​ ​-​ ​las​ ​buenas​ ​primero.

-Las buenas son que tenemos un trabajo sobre demonios con una especie de plaga que convierte​ ​a​ ​las​ ​personas​ ​en​ ​demonios.

-Genial, mi primer trabajo de verdad- dijo mientras terminaba su jarra- Y​ ​las​ ​malas?

Una puerta se abrió silenciosamente en el lado opuesto del salón, por la que entró una figura ataviada en una túnica negra y con una ballesta atada a la espalda, la cual se acercaba lentamente a​ ​Ofen​ ​y​ ​a​ ​Raz​ ​que​ ​estaban​ ​sentados​ ​sin​ ​percatarse​ ​de​ ​su​ ​presencia.

-Nos​ ​acompañara​ ​Shidus.

- ¡¿Shidus?! ¿Ese idiota? No lo soporto. - exclamó Ofen poniéndose de pie- Hasta yo podría hacer mejores​ ​oleos​ ​que​ ​él.

La negra figura se acercó a Ofen y le colocó una mano enguantada en cuero en su hombro y lo sujetó​ ​con​ ​fuerza

-Que mierda es lo que decías insolente. -Dijo Shidus mientras apretaba más y más el hombro a Ofen.

-Shidus, ​ ​que​ ​alegría​ ​verte. ​ ​-Dijo​ ​Raz​ ​intentando​ ​alivianar​ ​la​ ​situación.

-Cierra​ ​ese​ ​ano​ ​que​ ​tienes​ ​por​ ​boca, ​ ​basura. ​ ​-​ ​le​ ​espetó​ ​Shidus​ ​con​ ​una​ ​mirada​ ​de​ ​desprecio.

-Tan amoroso como siempre. - comentó irónicamente Ofen mientras se liberaba del agarre del alquimista.

Shidus era alto, de cabello negro y largo que le llegaba hasta un poco más abajo de los hombros, tenía​ ​una​ ​corta​ ​barba​ ​y​ ​unas​ ​gafas, ​ ​aunque​ ​irónicamente​ ​era​ ​buen​ ​tirador.

- ¿Porque​ ​tanta​ ​hostilidad? -​ ​preguntó​ ​Raz​ ​fingiendo​ ​interés.

-Porque no los soporto y lo tendré que intentar de forma forzada por unos días. - respondió Shidus con​ ​una​ ​falsa​ ​sonrisa.

-Yo tampoco soy tu mayor admirador, pero debemos escoltarte hasta esa ciudad, protegerte mientras reúnes las muestras y traerte de nuevo aquí vivo, aunque nadie dijo que tan vivo, asique te recomiendo que no te pases de listo. - le dijo Ofen con una sonrisa tapada por su dorada barba que​ ​brillaba​​anaranjada​ ​por​​las​ ​lamparas​ ​y​ ​las​ ​antorchas.

La cara de Shidus se torcía en una mueca de odio mientras acercaba su mano a su cinturón. Apenas tocó un vial de un líquido negro y de aspecto espeso el estoque de Raz ubicó su punta justo​ ​en​ ​el​ ​espacio​ ​entre​ ​el​ ​esternón​ ​y​ ​la​ ​garganta​ ​del​ ​alquimista.

-Otro movimiento como ese y Critias deberá buscar a otro segundo al mando. - le amenazó Raz, su semblante había cambiado radicalmente de una sonrisa falsa a una expresión seria, concentrada y de​ ​anhelo, ​ ​anhelo​ ​de​ ​que​ ​se​ ​atreviera​ ​a​ ​sacar​ ​ese​ ​vial.

Red de tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora