La maga entró hiperventilada a la oficina de lord Critias, el cual ni levantó la cabeza.
- A juzgar por tu agitación, que son las 2 de la mañana y que no teníamos una reunión programada, supongo que es algo importante.
-Lo siento señor, pero es de suma importancia. Hay un traidor entre nosotros.
-Siéntate y explícate. - dijo Critias mientras apartaba los papeles. - Has llamado mi atención.
Kamille se sentó en la esquina de la silla, casi balanceándose, y se acomodó para no hacer parecer menos importante la situación.
-Shidus posee dagas rituales, usadas en ritos oscuros y demoniacos realizados por una civilización antigua para invocar a sus señores oscuros y obtener poder. - resumió la maga rápidamente, aún nerviosa por el descubrimiento.
-Muy bien, entonces lo que me temía era cierto.
-Que debemos hacer milord
-Tomar contramedidas. Prepárate para una ofensiva a Andorae, hay que aprisionarlo antes de que utilice esas dagas para su uso primario. Reúne a tus magos. Y da mensaje a los guerreros con 4 de cada orden debería de bastar. Vamos, informaré a mis mejores hombres y prepararé el
teletransporte, nos vemos en la sala mayor en 1 hora.
-Un momento. ¿Teletransporte? ¿Porque no sabía de esto y porque no lo usamos más seguido? -
Preguntó Kamille con curiosidad.
-Es un proceso muy costoso, complicado y largo. Asique solo lo usamos en emergencias... y cada vez que cumple años un lord este consigue un uso acumulable del teletransporte. Timaeus se los guarda para cuando quiere hacer una entrada dramática en las cámaras del rey, yo los uso cuando
me quedo dormido y llego tarde a una junta o me pierdo la comitiva de algún viaje y Hermos lo usa para... cosas más mundanas.
- ¿Mas mundanas que levantarse tarde?
- ¿No tienes cosas que hacer? - contestó irritado Critias mientras revolvía en un viejo arcón de madera.
- Cierto, disculpe, iré a hacerlo de inmediato.
El alquimista, el cazador y el guerrero se adentraron más en la ciudad, con sus armas desenvainadas, listos para un ataque como el anterior. Un ruido turbó la concentración de Raz, quien detuvo a los demás y señalándose la oreja y un edificio cercano indicó el origen del ruido.
Raz había escuchado un grito ahogado, de algo aparentemente no humano, proveniente de un edificio de unos 3 pisos, probablemente con un sótano, ya que el sonido se escuchaba con mucho eco y las plantas superiores tenían las ventanas abiertas.
Lentamente ingresaron en el edificio. Volvió a resonar el ruido, estaban en el lugar correcto.
Los compañeros encontraron rápidamente la entrada al sótano, una puerta a medio romper sostenida solo por la bisagra inferior, y bajaron hacia las penumbras.
Apenas Ofen bajó el último escalón, una flecha se clavó en el muro de concreto, a centímetros de su cara.
-Alto ahí. - resonó una voz femenina - aliados u hostiles?
-Hostiles si vuelves a disparar... - una bofetada de Raz hizo que Ofen se callara, ya que claramente él no era el más elocuente de los presentes.
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Red de tinieblas
Fantasyesta es una novela en la que estoy trabajando desde hace un tiempo, acepto sugerencias