Capítulo 3

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Nana era una buena niña, tenía bastantes amigas y era muy popular en la universidad. Nunca nadie se imaginaría que enrealidad, Nana, estaba sufriendo un verdadero infierno en casa. Su madre era alcohólica y su padre era un mujeriego, por esas razones, se íban a separar y Nana estaba viviendo las continuas guerras de sus padres por su culpa, y no exactamente por que quisieran quedarsela, sino todo lo contrario. Su padre no quería quedarsela por que así no podría salir a conquistar a una nueva mujer cada noche y su madre no quería quedarsela porque tenía planeado irse a un centro de desintoxicación para que, cuando ella saliera, ella y Nana pudieran rehacer sus vidas juntas y empezar de cero alejada de ese maldito hombre.

Puede parecer que su padre no la quisiera pero era todo lo contrario el adoraba a su "hermosa princesita" como él la llamaba, lo único esque el sabía que no iba a cambiar y al igual que su madre ninguno de los dos quería que sufriera una mala vida con ellos. se la hubieran dejado a algún familiar, pero estaban completamente solos.

Nana creía que ninguno de sus padres la quería, por eso se empezó a refujiar en los cortes. Sus amigas y su novio empezaron a notar que algo nadaba mal en ella, pero cuando elllos querían preguntar ella cambiaba el tema.

Las peleas íban a peor, "acabará dentro de unos pocos meses más. Ya verás" se repetía una y otra vez.

¿Realmente lo cres?. "¿Quiénes sois?". ¿Quién crees que somos?. "Estoy loca, soy esquizofrénica, no puede ser". ¿Como vas a ser esquizofrénica? Por supuesto que no. Le decían unas voces en su cabeza.

Mejor ¿por que no cojes a tu mejor amiga, la cuchilla, y juegas con ella? Como sin poder controlar su cuerpo, Nana se levanto y se dirijió al baño. Cerró la puerta con pestillo y se acercó al primer cajón de la derecha de debajo del baño y sacó una pequeña cuchilla en la cual había grabadas unas letras. . . Suicidio. Sí, suicidio, ese era su objetivo. Cada vez se hacía cortes más grandes y profundos a medida que iba ganando confianza. Hasta que un día conseguiría suicidarse.

Un año más tarde . . . *

Ricky estaba frente a la tumba de su novia, Nana. No podía evitar llorar al recordar que acababa de perder a la mujer de su vida y, menos aún, si recordaba el día en que la había encontrado tirada en el suelo de la cocina con una frase escrita en sus brazos "Do or Stop" y un cuchillo de la cocina, bastante grande, tirado al lado de su cuerpo inmóvil, sin vida, e inerte.

La madre de nana estaba en un centro de desintoxicacíon y pedia muchos permisos siempre que podía para ir a visitar la tumba de su hija e intentaba evitar a su ex-marido el cual consideraba culpable.

Pero lo mismo pensaba el padre con respecto a su ex-mujer, aunque este también intentaba ir a verla de vez en cuando, pero Nana era un recuerdo demasiado doloroso para el así que dejó de ir a visitarla y se mudó para evitar pensar en ello y ver a su pequeña princesa en cada rincón de la calle.

Todos estaban tan destruido por su muerte que nunca se diero cuenta que Nana los observaba feliz desde su pequeño paraíso en el cielo.

La suerte siempre se acaba. . .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora