U N O

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JENNIE POV

Tiempo atrás.

Existen muchos cuentos de hadas para niños, donde las princesas viven felices para siempre en un mundo de sueños. Pero lo cierto es que, dichos cuentos, nunca tuvieron finales felices, todo ese mítico idealismo creado por los seres humanos.

Una vez me dijeron ¿Crees en el amor a través de Internet o por medio de cartas? Yo me quede muda, no sabía que responder ante aquella pregunta, así que simplemente contente con un no lo sé.

Y era verdad, ahora que he pensado en aquella pregunta, después de un tiempo, he llegado a la conclusión que sí, que si puedes enamorarte de una persona de lejos o que ni siquiera conoces. Y que, el no lo sé, solo existe para aquellas personas que no creen enamorarse de alguien.

A mí me paso. Me enamore de alguien, a quien no conocía exteriormente, si no, interiormente.

Aun recuerdo la primera vez que me envío su carta. Era con una caligrafía excelente, el sobre de color blanco y el papel rosa y un olor exquisito, que no lo compararía, con ningún otro olor...

Por medio de esa carta, me escribía que hace tiempo estaba enamorado de mí, pero no se animaba a decírmelo de cara. Por temor a que lo rechazará, pero eso era una total y rotunda mentira, ¿Cómo podía rechazarlo, cuando él me ha robado mi corazón por medio de sus cartas?

El aire soplo, moviendo mis cabellos, levante la vista hacia el cielo, observando como una parvada de pájaros volaban hacia su destino.

-¿Adivina quién soy?- susurro una voz gruesa de tras de mí.

Mis ojos fueron tapados con unas manos delicadas, sonreí. –Yoongi- susurre, girándome para verlo. Él me soltó mientras se reía…

-¿Cómo adivinaste?- puso una de sus hermosas sonrisas, que derretían a las chicas. Tiempo atrás, cuando me sonería de esa manera, me quedaba sin aire, pero fue hace tiempo.

-Eres el único que hace eso con migo- susurre, mirando hacia arriba y observando sus ojos negros, Yoongi, era mi mejor amigo, lo conozco desde la infancia, aunque claro, soy mas mayor que él, por dos años, pero de estatura el me gana, ya que mide 1,74, su piel es blanca como la leche y su cabello es negro como la oscuridad, siempre se lo deja un poco largo, pero en este semestre se lo corto, para llamar la atención de una chica. Con sus músculos y su estatura, ha sido unos de los más temidos de la escuela.

Comenzamos a caminar hacia la escuela, hoy era martes. Perfecto. Un día menos de la semana.

-¿Crees que se muera, holly por comer un pan envenenado?- susurro Yoongi después de unos segundos, lo mire de reojo.

-¿Le diste un pan envenado?-

-El se lo comió-

-¿Lo llevaste al veterinario?- él asintió- ¿Y qué paso?-

-El doctor dice que vivirá, pero no creo en sus palabras- mire el pasillo de la escuela, estaba solitario.

-Yoongi, Holly ya está viejo- murmure algo pensativa. Holly, es un perro de color marrón, y claro ya tenía sus años.

-Ya verás que vivirá sus veinte años- murmuro sonriendo.

Dejamos de caminar, cuando llegamos a nuestros casilleros, el mío estaba a lado del de Yoongi. Abrí mi casillero.

Sonreí al ver como una carta caía al suelo.

Era otra carta.

Eran nuevas noticias.

Yoongi se giro a verme, enarco una de sus cejas negras - ¿Otra carta?- susurro en tono burlón-Pensé que ya no te las enviaba-

Hacía tiempo, un mes y medio, Yoongi, se entero de mi admirador secreto, por accidente se había resbalado una carta de mi casillero y yo no la había visto, el se agacho para verla, abriéndola al instante y leyendo su contenido, fue algo vergonzoso, ya que al instante comenzó a reírse, desde entonces, era más prudente cuando recibía las cartas.

Letters from an admirer 《Taennie》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora