XI| Desnuda

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    Querida fantasía:

    En este sueño, ilusión mía, he visto tu cuerpo desnudo, un paisaje increíble. Yo amarrado a una silla en una habitación oscura, tú caminando a mi alrededor, con tu mirada azulada calentándome.

    Traías puesto un corsé de cuero negro junto a unas medias y tacones a juego; podía degustar de la maravillosa pero a la vez tortuosa vista que me proporcionaba tu sexo, tus cabellos cayendo como cascada entre tus pechos, tus vertiginosas curvas contorneándose peligrosamente a tu caminar y con solo la luz de una vela alumbrándote, mientras me volvías loco.

    Tenías en la mano mi fusta, ¿qué hacías tú con mi fusta?, ¿qué hacía yo amarrado?..., no lo sé, simplemente te me acercaste y te sentaste en mi regazo. No podía tocarte, no podía hablarte ni escucharte, solo verte. Lamiste mi labio inferior mientras yo intentaba morder tu lengua, fuiste desabrochando lentamente tu corsé aún sin soltarme.

    Retorcía con frenesí mis muñecas en un intento fallido de soltarme y saciar mis desquiciados deseos. Más no podía, dejándote a tu merced, torturándome con tu redondos pechos, tus rosados pezones, tu clavícula femenina y el mar de lunares en tu piel.

    Me vuelves loco, me confundes..., ¿qué quieres de mí?

Christian.

La Fantasía de Christian©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora