Llevó a Owen a la enfermería, la enfermera le preparó una camilla y en lo que el chico descansaba ella platicaba con el señor Knight.
- ¿Estás seguro de que aguantará el entrenamiento?
- Si es capaz de controlar esa necedad y esa impaciencia estoy seguro de que será uno de los mejores elementos que tenemos.
- Así que tiene potencial, pero aún no lo sabe.
- Exacto, por lo que pude ver, sus piernas son ligeramente más fuertes que las de los demás chicos a los que he entrenado, necesito enseñarle a dominar esa velocidad antes de que se mate contra un muro. – la enfermera lo vio extrañada. – Bueno, en caso de que pueda morir, aún no lo sé.
- ¿Quieres que le haga el análisis?
- No, lo haré por mi cuenta.
- Knight, prométeme que no lo arrojarás de un quinto piso o tratarás de matarlo para averiguar si revive o no.
- ¿Qué? ¡Yo no sería capaz de tal cosa!
- Knight, eso dijiste con el anterior.
- ¡Pero sigue vivo!
- Porque cayó encima de unas cajas cuando lo tiraste.
- Pero sigue vivo y ahora es uno de los mejores de la academia.
- Con ese trauma que le dejaste sólo se especializa en reconocimiento terrestre con edificios de no más de tres pisos.
- Mira el lado positivo, le ayudé a encontrar su vocación.
- Ay Knight, de verdad que es difícil tratar contigo.
Owen comenzó a reaccionar, movió la cabeza y se quejaba del dolor, trató de levantarse, pero el dolor se lo impedía, la enfermera le dijo que no se levantara, pues sus huesos estaban regenerándose poco a poco, y que si se movía podía regenerarse mal.
- ¿Qué me sucedió? – preguntó Owen medio desorientado.
- Corriste demasiado rápido, perdiste el control y te lastimaste. – dijo la enfermera.
- Oh demonios, ¿y qué me rompí?
- Fuera de unas cuantas costillas y tu brazo derecho, nada.
- Qué bueno que soy zurdo, si no fuera así entonces no podría ir mañana a clases.
- No te preocupes, tu brazo sanará para mañana temprano.
- Gracias, por cierto, soy Owen.
- Mucho gusto Owen, mi nombre es Mercy, soy la enfermera de la academia, cada que te rompas algo o te lastimes, ven para acá si te es posible, regularmente damos medicamentos para el dolor, ustedes sanan por sí solos, nosotros los anestesiamos para que no sufran tanto.
- Creo que tendré que acostumbrarme al dolor por si en alguna ocasión no puedo venir aquí.
- Bueno, poco a poco tu cuerpo se irá acostumbrando a este proceso.
- Todos me han dicho que podré encender fuego en mis manos, pero no lo he hecho aún.
- Eso es bueno.
- ¿Por qué?
- Porque el fuego sale siempre y cuando lo necesites, después del fuego...
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LA GUERRA ETERNA
FantasyOwen es un adolescente que al cumplir 17 años se ve incluido en un enfrentamiento que tiene siglos de haber comenzado, ¿SERÁ ÉL CAPAZ DE PONER FIN A ESTA GUERRA?