Capítulo 2. Vida de cero (Versión final)

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Los crímenes siguieron a lo largo de los años, hasta que a la edad de 18 años una misión marcó un antes y un después en mi vida.

Una de tantas noches frías y solitarias, cuando me disponía a regresar a casa después de una de las misiones que mi padre me ordenó me encontré que la puerta de casa estaba abierta y sin guardias; algo extraño dado que mucha gente odiaba a mi familia, y en específico a mi padre. Eso me extrañó bastante pero supuse que mi padre les habría dado la noche libre y él se encontraría en su estudio; al entrar pude comprobar que no era así... Todo era un caos, habían objetos rotos en el suelo, cajones fuera de sus sitios, cristales por todos lados y...

Al mirar hacia las escaleras de caracol que daban al segundo piso lo vi; un rastro de sangre a punto de coagularse ascendía hacia la segunda planta, tardé unos segundos tratando de asimilar todo ello pero lo que no sabía es que lo peor me esperaba allí arriba...Corriendo fui a ver lo que había sucedido y, de haber sabido que me esperaba jamás hubiera ascendido y seguido la sangre.

Una vez en la segunda planta me paré en mitad del pasillo viendo que, la puerta de mi padre , — que se encontraba a la izquierda de la mía y a la derecha del cuarto cerrado de mi difunta madre— se encontraba un poco abierta, así que decidí entrar, pero al hacerlo pude comprobar una carnicería; el cuerpo ya muerto de mi padre se encontraba atado y amordazado en la cama... Estaba totalmente destrozado, partes de su cuerpo habían sido arrancadas y otras estaban unidas aún al torso por un fino hilo de piel, su rostro estaba igual de desfigurado, pequeños pedazos de piel alrededor de los ojos habían sido extraídas y en sus mejillas se podían ver agujeros hechos con una hoja afilada que dejaban ver su interior; estaba totalmente desfigurado.

Horrorizado di unos pasos hacia atrás pero entonces lo vi... La puerta del baño también se encontraba abierta y en su interior pude ver a una mujer de unos treinta años de rizos morenos; claros ojos grises y desnuda, ella estaba tendida en el suelo con su mano derecha sujetando una pistola glock 40 con la que parecía haberse suicidado de un tiro en la cabeza; ella fue la asesina de mi padre, o eso creía yo en ese momento... El odio y la rabia que sentía me superaron y en un ataque de rabia tomé su cuerpo ya muerto y con el cuchillo que siempre llevaba para mis misiones la comencé a apuñalar sin compasión repetidas veces hasta llegar al número de cuarenta apuñaladas... Después de esos entre jadeos me dejé caer al suelo y con las manos temblorosas solté el cuchillo y puse mis manos ante mi rostro, no sabía porqué pero las lágrimas comenzaban con amenazarme con salir. No podía permitirme llorar, no había tiempo para eso en ese momento, sabía que la policía llegaría en cualquier momento y, seguramente me creerían el culpable de toda esa masacre; es por ello que decidí tomar mi cuchillo y, tras envolver el cuerpo de mi padre tomé una de las fotografías familiares , algunas prendas y me marché; no sin antes tomar un mechero y tras abrir todos los fuegos de la casa salí, cuando estuve a una distancia prudencial lancé mi mechero haciendo que al momento en el que fuego impactó con la casa una gran explosión se produjera. Nadie sabría lo que esa noche sucedió, tan solo los difuntos y yo... A pesar de que no sabía que sucedió para que eso pasara.

Luego de eso y aún conteniendo las lágrimas me fui corriendo adentrándome al bosque que había detrás de la mansión, corrí lo más deprisa que pude pero cuando me encontré ya a algunos kilómetros de la casa me detuve junto a un árbol de grandes dimensiones y apoyando mi espalda contra él rompí a llorar en un desgarrador grito de dolor... En ese momento y apretando mis puños mientras las lágrimas caían juré que desde esa noche mataría a cualquier mujer que se pareciera a aquella criminal.

Aunque eso era algo que yo creía en ese momento de dolor, pero... ¿Y si ella no fue la asesina de mi padre? Pero eso no lo sabría hasta mucho tiempo después. Por el momento eso me lo reservaré para más adelante.

Con la idea de matar a todas las mujeres que se parecieran a aquella asesina inicié mi nueva vida, pues eso es lo que ahora me esperaba.

Tendría que buscar una nueva vida alejado de lo que conocía... alejado del dolor que evocaba en mí los recuerdos. Y así como dio paso a la bestia, a una que llevaba por nombre Darka; el mismo que me llevaría a ser lo que hoy en día soy.

Él es un ser de frío carácter, incapaz de sentir compasión y amante del sadismo extremo, algo que yo no sería jamás... Con solo pensarlo me viene a la cabeza la imagen de mi padre totalmente mutilado... Yo no sería capaz, pero Darka si lo era, sus crímenes me hicieron darme cuenta de lo que él era...

Darka es un monstruo.

Darka "La muerte roja" Saga HDA #1 (disponible en físico y ebook en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora