- Este pequeño pueblo es caracterizado por bastantes mitos que a lo largo de los años se han hecho famosos de forma internacional; hay quienes dicen que los Filii Lunam son los causantes de cada era de hielo y los Dim Ignis, que serían sus contrincantes, o enemigos, intentan hacer todo lo posible para evitar que Juneau caiga en total congelamiento.
No puedo evitar girar los ojos ante la ridícula e inútil información que nos proporciona la pedagoga de historia, así que desvío mi atención para apreciar a la chica que se encuentra casi hipnotizada a mi costado derecho. ¿En verdad se está creyendo todo lo que nos dice? Es más, no tenemos idea de qué son esos tales Fili Lunan y Din Ignis o como se diga.
Como si de magia se tratara, la concentrada chica lanza su, creo, tercera pregunta en toda la hora.
-¿A qué o a quienes se refiere cuando habla de los... -da un vistazo a sus apuntes- Filii Lunam y Dim Ignis -pronuncia con esfuerzo-.
Giro mi cabeza esperando una respuesta de la pedagoga. A esta se le iluminan los ojos por tercera vez. Probablemente está dichosa de que al menos un individuo esté fascinado por su embuste.
-Filii Lunam, proviene del latín "De la Luna", que al contextualizar sería "Hijos de la la luna" y Dim Ignis "Fuego tenue"...
Milagrosamente, suena el timbre. Como relámpago guardo mi libro y lapiceros al mismo tiempo que salgo del aula.
Un brazo se cuelga del mío - Juro que mi cara estaba adherida a la mesa por las babas que solté mientras dormía.
Sin evitarlo dejo salir una risotada al escuchar su asquerosa y diminuta anécdota -Dia, información innecesaria...
-Contaminación auditiva -completa ella nuestra famosa frase (famosa porque nosotras la decimos y punto), poniendo en blanco los ojos -... lo sé, lo sé. Pero es que mierda. Esa anciana cansa con sus fantasías, deberían ser fantasías sexuales y no cosas absurdas e imaginarias.
Río por segunda vez y la observo divertida. Diane Fletcher me sonríe de la manera más honesta posible. Esta muchacha de tez blanca es muy hermosa: sus ojazos azules delineados perfectamente destacan en su rostro junto con esa pequeña y perfecta nariz. Sus carnosos labios pintados de un color escarlata le dan un brillo indescriptible al semblante que cualquier chica anhela. Por último está su cabello púrpura.
Soy atrevidamente empujada contra los casilleros y por consecuencia lanzo un pequeño grito al instante.
- Quítate del camino, tarada -un chico de altura pronunciada con lentes negros sigue su camino como si tan sólo fuera un insecto al cual puede pisotear.
-Tal vez esos lentes no te dejan ver, patán. - a mi costado izquierdo
Diane tira de mi saco- No, Dia, no puede ir por ahí como si fuera un ciego.El rey de Roma voltea con sus lentes. primero mira hacia el techo, luego a los casilleros y finalmente a nosotras. ¿Qué le pasa?
-Te comento- se dirige a mi hasta que la distancia entre nosotros se esfuma. -Adivinaste, tarada, no puedo ver.
La sangre se me congela al escuchar esto. A pesar de su confesión, siento su presencia altanera y al instante los glóbulos rojos están calientitos en mis mejillas.
Me quedo sin habla, ¿qué se supone que debo decir? Al fin y al cabo fui una total tarada, pero si él es ciego debería tener precaución, ¿no es así?
- De todas formas deberías tener más cuidado -finalmente logro articular y sin esperar respuesta de su parte, me dirijo a la siguiente clase.
Mis pasos producen eco por el camino hacia la cocina en busca de algún alimento. Llego a la nevera y saco de allí algún tipo de queso raro que mi madre siempre compra y al cortarlo, recuerdo al chico de hoy, recuerdo su rostro, el que en ningún momento se haya quitado los lentes es algo incómodo. Me encanta leer las personas, y si no veo sus ojos, ¿cómo podré hacerlo? Me molesta demasiado. En mis diecisiete años de edad no he aprendido a controlar eso. Alaska, madura.
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Los ojos de Noah
Ciencia FicciónPor primera vez observó sus ojos, sus despampanantes ojos que brillaban tal cual como un diamante. Alaska recordó aquellos páramos en donde el agua es pura y limpia. Así encontró su mirada, sin ningún tipo de malicia en ellos pero de alguna manera...