Era domingo y estaba como todos los domingo, rota, iracunda, triste, entonces agarro su toalla y se duchó, se arregló un poco, peino su cabello rosa, tomo dinero, fui a la tienda compro una botella de alcohol barato, tomo un colectivo y se fue a la parte rica de la ciudad, llevaba su teléfono, su música, su alcohol, y sus ganas de morir, llegó a un parque se sentó, tomo algo de alcohol, y perdió la noción del tiempo.