Oh tu, chica, sin duda eres linda. Eso lo supe desde el día en que te apareciste ante mis ojos por vez primera. Te habías mudado y fuiste a la puerta de todos los vecinos a presentarte con tu madre.
Tu hermosa cabellera color miel iba a juego con tus dulces ojos. Me regalaste una cálida sonrisa, cuando yo era quien debió habertela regalado, puesto eras tu quien se acababa de mudar. Una sonrisa que, oh nena, me hechizó por completo.
A pesar de que recorríamos el mismo trayecto todos los dias hacia la preparatoria, lo único que sabía hacer era mirar tu delgada espalda desde detrás. Nunca me atreví a hablarte. Ni un mísero hola yo era capaz de articular cuando te veía y no es que quisiera ser grosero, yo sólo era un estúpido joven que tenía miedo.
Nunca me cansaba de verte, saltando por la calle, bromeando con tus amigos, jugando como una niña, regalando tus sonrisas a quien fuera que a tu lado iba. Las cuales deseaba cada vez que advertía, que fueran dirigidas a mí.
Y así se fueron volando como una pila de papel al viento los escasos años de preparatoria.
Al terminar la preparatoria nuestros caminos terminaron separándose. Desapareciste del pueblo y nunca volví a saber de tí, ni de tu sonrisa que solo una vez durante todos esos años a mi fue digirida.
Entonces cuando no quedaba nada más que aceptar tu partida me dí cuenta de lo estúpido que había yo sido.
No sabes cuanto extrañé verte caminar por la calle camino a casa, tu sonrisa, tus hermosos cabellos moviéndose al compás de tu paso y tus dulces ojos. Todo tú me hacía falta.
Caí en un hoyo de desesperación del que no podía salir y me volví un chico malo. De esos que no sólo rompen reglas, sino también corazones. Me había llenado de oscuridad. No tenía esperanza ni ganas de vivir.
Sabía que los milagros no ocurrían 2 veces. Oh cuanto yo daría por tenerte cerca mío nuevamente.
Prometo que está vez no me inventaría excusas, productos del miedo. No te dejaría ir tan fácilmente. Ya había saboreado el amargo sabor a pérdida, y no soportaría tomarlo de nuevo.
Y entonces, como por arte de magia, nuestros caminos volvieron a tropezarse exactamente tras 5 años de haberse separado un 26 de septiembre.
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Eres tú, otra vez
RomantikLa historia de como el destino nos volvió a juntar. #ValentinesContest2018