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Fue en un cementerio

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Fue en un cementerio. Definitivamente el lugar equivocado para un encuentro de amor pero así quiso el destino que ocurriera.

Ese sombrío lugar que no iba para nada contigo, con tu personalidad, con tu carita de muñeca, con tus brillantes ojos, con tus suaves manos, con tu frágil corazón.

Tu delgada espalda se encontraba encorvada frente a una cripta. Por primera vez en 5 años, me alegré de haber caminado detrás de esa espalda y no haber hecho nada. Así te pude reconocer ya que habías teñido tu pelo. (Que por cierto aún seguía siendo bello)

Sentía como la vida volvía a correr dentro mío. Eras tú, otra vez.

Llorabas por la pérdida de tu querida madre, se reflejaba cuanto la querias en el estado de tus ojos, hinchados y rojos de tanto llorar. Quería hacerte sentir mejor pero el miedo volvía a esparcerse dentro de mí, como aquellos años de preparatoria.

Entonces, recordé lo que me había prometido y me armé de valor. No te dejaría ir así de fácil.

Me acerqué e intenté consolarte, sabía que no funcionaría de mucho pues soy un asco en esas cosas.

Te dije con sorna que el destino nos había vuelto a juntar. Y tu respuesta me dejó un tanto descolocado... bueno muy descolocado.

"¿De qué hablas? Yo no recuerdo haberte visto antes." Replicaste divertída.

Claro que no me recordabas. ¿Como me ibas a recordar, si nunca habíamos hablado? El único hechizado aquí era yo, el único que te observaba era yo, el único que soñaba con volverte a ver era yo...

Deseché los lúgubres pensamientos y me percaté de algo, te había sacado una sonrisa. Aquella cálida sonrisa con la que había soñado tantas frías noches, se encontraba finalmente ante mi. La sonrisa que innumerables veces había visto ser dirigida a todos menos a mi, esta vez era para mí. Sólo para mi por segunda vez.

Ya no dejaría ir esa sonrisa lejos de mi alcance otra vez. Los milagros estaba seguro que 3 veces no ocurrían.

Te invité a una cita.

Fue un desastre.

Aún así aceptaste mi segunda invitación, esta vez no fue tan desastrosa.

Intenté conquistarte.

Lo hice, podria decirse que si pero no sin tu conquistarme a mí primero.

Me habia enamorado y cada día me enamorabas más. Me enamoraba todo de tí, no solo tu físico, aunque eras preciosa. No obstante, tu inteligencia, tranquilidad, amabilidad, carisma,  fuerza y sencillez me enamoraron aún más.

Eres tú, otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora