Historias De Dormitorios||Lemon

章12✿

12.-

"Lento"

(Akaashi Keiji x Kenma Kozume)

El trato de ambos muchachos se había puesto en practica, pero la verdad aun no hacian nada del otro mundo. Kenma estaba preparando algo especial para ello, si el ajeno no tenía nada de experiencia con loa hombres, debía de prepararse bien y hacer olvidar todas las cosas sucias que hizo alguna vez con una mujer, demostrar que podía hacerlo mucho mejor y claro, iba a seguir seduciendolo todo el tiempo. Realmente le encantaba provocar a su compañero.

Por la noche del día miercoles, Kozume compró un labial con un rico sabor a chocolate y bueno, claramente iba a ser parte de uno de sus juegos de seducción. Iba por parte, lento. Primero iba a mostrarle lo rico que besaba y como con solo unos besos podría dejarle mas que encendido. Los labios de Kenma eran un arma mortal.

Esperó a que Keiji llegase a la casa y en cuanto entró en el dormitorio puso en marcha su plan de seducción.

Estaba sentado en una silla de la cocina cuando Keiji llegó. De inmediato alzó su voz diciendo el nombre del mayor y esperó a que se asomase por la puerta. Una vez que le vio sonrió con aires de coqueteria y dijo:

- Buenas tardes, Keiji - dijo con vo suave mientras le miraba con fijeza - ¿Qué tal tu día?

Agregó el rubio mientras se colocaba de pie y caminaba hasta quedar enfrente del pelinegro ayudandole a desatar el nudo de la corbata.

Akaashi alzó una ceja ante aquel gesto, pero no dijo nada y dejó que el otro continuase.

- Bueno, fue un día algo agotador, pero al menos ya estoy aquí para descansar.

- Pues sí y para comer algo delicioso - quitó la corbata y la dejó a un lado - Sientate por aquí, por favor

Kenma le miró a los ojos y le llevó hasta la silla donde estaba anteriormente. Ahí Keiji se puso en alerta, presintiendo que su compañero haría algo. Sonrió ligeramente y tomó asiento.

- Dime, ¿Qué es lo que tramas, pequeño? - interrumpió el silencio estando una vez sentado.

- Ah~ - exclamó el mas bajo tratando de mostrarse sorprendido - he sido demasiado obvio, me has pillado. Tienes razón, he estado tramando algo para hoy.

Rapidamente de su bolsillo sacó aquel labial de sabor a chocolate.

- ¿Un labial? - cuestionó Keiji alzando una de sus cejas - ¿Piensas maquillarme?

- Por supuesto que no~ - contestó Kenma para luego destapar este y pintar sus labios. Una vez que terminó de maquillarse volvió a tapar el labial - ¿Qué tal se me ve?

Keiji sonrió un poco, comenzando a tener una idea de a donde iba todo eso.

- Te queda perfecto - contestó el pelinegro.

- Es de chocolate - agregó Kozume.

- ¿Vas a dejar que lo pruebe? - cuestionó el mayor.

- Por supuesto que sí - y acto seguido caminó hasta donde estaba sentado el ajeno y se sentó en su regazo, enredando sus brazos alrededor del cuello ajeno acercandose peligrosamente a los labios de este.

Akaashi alcanzó a olfatear un poco el aroma a chocolate que se desprendía del labial que el muchacho tenía.

El rubio jugueteó un poco con los cabellos del mayor, sonriendo ligeramente contra sus labios. Tentaba al pelinegro al rozar sus belfos con suavidad y claro, Akaashi no pudo más con aquello y acabó por juntar sus labios en un suave beso.

Empezó de manera suave, conociendose de a poco y pronto el ritmo fue aumentando.

Las manos de ambos no se quedaron quitas, actuaron tambien. Kenma jalaba de vez en cuando los cabellos ajenos y le acercaba por la nuca mientras que las manos de Akaashi acariciaban la delicada figura que poseía el rubio. Pronto sus manos se colaron bajo la camiseta del contrario y sus uñas arañaron con suavidad la espalda de Kenma.

Kozume estaba algo ansioso, pero aunque quisiera, no iba a dejar que todo se diese tan fácil. Iba a dejar al pelinegro con ganas de más, por el momento.

Así fue como de un momento a otro, las caricias en el cabello oscuro de Keiji bajaron de a poco por la espalda de este, pasando por su cintura, caderas y cayendo hacia adelante hasta la entrepierna ajena, la cual comenzaba a reaccionar ante el mojado y caliente beso que estaba en proceso.

Kenma adentró su lengua a la cavidad bucal ajena entretanto su mano se movía agilmente sobre la erección del mayor, sintiendo como esta comenzaba a reaccionar más.

Sonrió levemente en medio y se apartó tanto de la boca del ajeno como apartó sus manos de la entrepierna ajena.

- Mucha diversión por hoy - dijo Kenma mientras se apartaba del pelinegro, quedando a varios centimetros de él.

- ¿Qué? - cuestionó sorprendido Akaashi

- Lo que oíste. Mucho por hoy, ya me dio sueño~ iré a dormir

- ¿Me vas a dejar así? -

Kenma sonrió con travesura, arrugando un poco la nariz mientras se encaminaba hacia la puerta.

- ¡¿Lo harás enserio?! -

- Pues, que inteligente eres~ nos vemos luego