Treinta y Nueve

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Me encontraba sentado en las gradas viendo al equipo entrenar, a pedido de los molestos e insistentes pedidos de Christian.

En realidad estaba mas concentrado en el libro que tenia entre mis manos que en el partido en si. Hasta que un grito me distrajo

"Miren quien se digno en aparecer" grito el entrenador.

Voltee mi cabeza para mirar a la puerta y ahi estaba aquel chico de ojos cafes a quien tanto queria.

"Apresurate Juan" volvio a decir el entrenador. "Ve a los vestidores a cambiarte de ropa"

Juan sin expresión alguna le hizo caso al entrenador.

Volví mi vista a al libro de Cortázar, solo que esta vez con una sonrisa de idiota en el rostro, de eso hasta que el grito de mi primo me distrajo.

"¡Joder me he dejado la botella de agua en la mochila!" grito Pedro y luego poso su vista en mí "¡Migue! ¡Primito mío de mi alma y corazón!"

"¿Que sucede?"

Sabía que me pediría ir a buscar su mochila ya que habia utilizado esas palabras tan melosas y ademas a ellos no les permiten salir del campo de futbol en medio de la práctica.

"¿Puedes ir a buscar mi mochila?"dijo juntando sus manos en forma de suplica.

"Vale ¿donde la has dejado?" le pregunte mientras me levantaba.

"Esta en los vestidores"

Oh mierda.

Invisible (Zarcronno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora