Cuarenta y ocho

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El timbre del departamento sonó indicando que él habia llegado, a paso rapido me dirigi a abrir la puerta principal.

Juan estaba parado con una sonrisa en su rostro y dos bolsas en sus manos.

- ¿Vas a dejarme entrar? -pregunto mientras mostraba las bolsas que traia consigo.

Me aparte para cederle el paso y luego cerre la puerta.

- ¿Y eso que es?

- Oh, solo son unos snaks y algo para beber -respondio colocando dichas cosas en la mesa ratona de la sala que habia entre la televisión y el sofa- ¿Veremos películas o algo?

- Si quieres

Tome el control remoto y encendí la televisión poniendo directamente Netflix.

- ¿Que quieres ver? -pregunte sentandome en el sofa e invitandolo a que se acomode a mi lado- No digas algo de terror

- ¿Una comedia?

- Veamos que hay interesante

Puse la pelicula que mas me llamo la atención y ambos nos acomodamos para verla.

Creo que no llevaba ni la mitad de la pelicula cuando senti a Juan tocando mis mejillas.

- Para -dije en una carcajada.

- Pero estoy aburrido -se excusó cruzandose de brazos y haciendo un puchero con sus labios.

Joder, ¿como es que se podia ver tan adorable a veces?

- ¿Que quieres hacer?

- Mmh -penso un momento- Molestarte

Comenzo a darme pequeños golpes con su dedo, los cuales yo tambien devolví. En poco tiempo ambos parecíamos dos niños pequeños peleando y riendo como idiotas.

- ¿Por qué eres tan lindo Migue? -pregunto de repente y con una dulce sonrisa.

- No digas eso -dije negando con la cabeza.

Coloco su mano en mi rostro y comenzo a acariciar mi mejilla con su pulgar.

- Lo digo en serio -susurro acercándose un poco mas hacia mi.

Nuestras respiraciones se mezclaban, no entendia porque no me besaba aún, pareciera como si tuviera miedo de arruinar el momento.

No lo soporte mas y me acerque a él rompiendo la pequeña distancia que aun quedaba, mis labios chocaron contra los suyos en un beso lento y dulce.

Los labios de Juan se movían en sincronía con los míos, lleve mis manos a su cuello al mismo tiempo que él ponía las suyas mi cintura intensificado aquel beso. Me encontraba arrodillado en el sofa, pero aun así la posición me resultaba incomoda por lo que me arme de valor y con movimientos algo torpes me acomode sobre el regazo de Juan con mis piernas a cada lado de su cintura.

- D-deberiamos parar -dijo jadeante.

- ¿T-tu quieres parar? -pregunte del mismo modo sintiendome algo decepcionado debido a sus palabras.

- Claro que no -me miro, sus ojos tenian un brillo muy particular- Pero si no me detengo ahora mas adelante no podré controlarme.

- ¿Y por qué tendrias que controlarte? -murmure cerca de su oído.

Las palabras salian de mi boca sin siquiera pensarlo, lo deseaba tanto que simplemente no podia controlarlo.

- Me estas volviendo loco, ¿lo sabes? -dijo volviendo a besarme.

Sus manos se colaron por debajo de mi camiseta, acarició lentamente mi espalda para luego quitarme la prenda de un solo tirón.

- Sujetate fuerte -aviso antes de levantarse del sofa tomandome de las piernas para que no me caiga.

- Mi habitación es la de la derecha

Al llegar me dejo en mi cama suavemente, aproveche ese momento que se alejo para quitarme los zapatos al igual que él. Del resto de la ropa me encargaría de quitarsela yo.

Se acerco a mi nuevamente, separe mis piernas para que pudiera acomodarse entre ellas y volvimos a besarnos. Lleve mis manos al borde de su camiseta y se la quite bruscamente.

- Tranquilo pequeño -rio un poco- Tenemos todo el tiempo del mundo.

- He deseado esto por mucho tiempo, ya no quiero esperar más.

Juan desabrocho mis pantalones y me los quito junto a mis boxers arrojandolos lejos de nosotros. Se alejo un poco y me miro completamente, admirando cada centímetro de mi cuerpo.

Llevo su boca a mi miembro, paso su lengua de manera juguetona por el glande y luego cubrio toda la extensión de este con su boca sacandome un gemido. Lleve mi mano a su cabello marcando los movimientos de aquella felación.

- Aahh... J-juan mmhh -movi mis caderas hacia arriba sintiendo como el orgasmo se acercaba.

Pero antes de eso Juan se aparto.

- Aun no -susurro mientras volvía a besarme.

Termino por quitarse las ultimas prendas que aun lo cubrían y volvio a colocarse entre mis piernas.

- Yo queria terminar de desvestirte -susurre en sus labios.

- Ya habra otra oportunidad pequeño

- Hay lubricante en el cajon de mi mesa de luz -dije mirando hacia dicho lugar.

Juan saco el pequeño pote de lubricante, humedecio sus dedos y llevo uno de estos a mi entrada.

- ¿Estas listo?

Asenti con la cabeza y luego senti la intromisión dentro mío.

- ¿Eres virgen? -pregunto al ver la mueca en mi rostro.

- N-no... es solo que ha pasado tiempo desde la ultima vez que estuve con alguien.

Juan me sonrió tiernamente y me beso, comenzo a mover su dedo, en poco tiempo ya tenia dos dedos entrando y saliendo de mí.

- Joder... aahh -gemi en cuanto senti el tercer dedo entrar.

Cuando ya estuve listo Juan quito sus dedos, cubrio su miembro con un poco mas de lubricante y alineo el glande con mi entrada.

- Yo tambien te he deseado por mucho tiempo -me susurro al oido.

Entonces lo sentí, senti como el miembro de Juan se abria paso entre mis paredes anales lentamente, solto un gemido en cuanto estuvo totalmente dentro de mi.

- Y ahora te tengo solo para mi -murmuro mientras comenzaba a moverse- Mío, mío, mío y solo mío.

Juan aumento sus movimientos mientras dejaba pequeños besos húmedos en mi cuello y quiza uno que otro chupón también.

- ¡Ahí!... Mmhh ¡si! ¡justo ahí! -gemi cuando lo senti tocar mi próstata.

Se concentró en tocar aquel punto dentro de mi, haciendome retorcer de placer debajo suyo.

- V-voy a... mmhh voy a correrme -murmuro entrecortado.

- T-tambien y-yo...

Unas cuantas embestidas mas y ambos nos corrimos al mismo tiempo, él dentro de mi y yo entre mi abdomen y el suyo.

Juan se recosto a mi lado y con su brazo me atrajo hacia él, me apoye en su pecho y cerre los ojos, estaba agotado.

- Descansa Migue -susurro Juan cubriendonos a ambos con la sabana de mi cama y dejando un beso en mi cabello.

- Tu también deberias hacer lo mismo

Y así ambos caímos dormidos.

Invisible (Zarcronno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora