21 Días Para Amarte

Hora de volver.

Paula.

Habian pasado ya tres meses desde que deje a Chris en la ciudad, y honestamente me sentia mal sentia que tenia que regresar, que algo malo pasaba y no debí haberlo dejado solo.

Se que no debi pero nadie podia saber lo que estaba pasando, y no se si deba contarselo.

Chris.

Extraño a Paula, extraño ver sus ojos, su sonrisa, escuchar su voz, extraño todo de ella, la necesito demasiado, realmente no se si estoy enamorado o simplemente obsesionado, pero se que la amo y quiero estar con ella.

Ya pasaron tres meses de su partida, me siento debil, cansado, no se que hacer sin ella, no he comido ni dormido bien, quizas debería de dejarla ir porque no tengo la más minima idea de que dia Paula regresara.
Quiza sea hora de estar con alguien más.

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Paula entro a la central de autobuses saliendo de aquel pequeño pueblo dirigiéndose a Quito, Ecuador para tomar un vuelo a Bogota, Colombia ella estaba nerviosa y contenta porque iba a regresar con Chris, realmente lo extrañaba, queria verlo sonreir y estar con el.

Al llegar a la central un par de horas despues Paula se dispuso a comer algo antes de ir al aeropuerto, pero al pasar por una tienda de regalos vio algo que llamo su atencion, así que decidió entrar.

El lugar tenia cientos de cosas, desde maquillaje hasta ropa, todo era hermoso, mientras caminaba hasta el mostrador observo un pequeño collar que tenia una piedra negra que curiosamente tenia otro collar con una piedra identifica pero en blanco.

- Disculpe, ¿cual es el precio de estos collares?

-Son 300$, van juntos querida - contesto una pequeña anciana, con una sonrisa perfecta.

- Me los llevo - contesto Paula al instante con una sonrisa muy amplia.

La señora camino hasta donde Paula se encontraba.

- Estoy segura que le va a gustar - dijo alejándose de Paula para llegar al mostrador.

Ella estaba impactada, ¿como sabia que regalaria a alguien mas es otro?, bueno era obvio son dos y no los puede usar al mismo tiempo ella.

- Jajaja, eso espero yo - sonrio un poco nerviosa.

-Se que si, Chris es un buen chico.

Se quedó helada ante sus palabras, ahora era de verdad su miedo, ¿como sabia de Chris?.

- Jajaja, tranquila querida, te escuche decir en voz baja que quizas le gustaría el collar a Chris.

Paula apenada le pregunto el costo de otro objeto que se llevaria, pago todo y fue rápido al aeropuerto porque ya era un poco tarde.

Espero su turno, subio y se sento a lado de la ventana, a decir verdad la vista era muy hermosa, tanto que la pequeña chica castaña de ojos cafés se sonrojo por un gran recuerdo con Chris.

Pasaron algunas horas y Paula llego a Monterrey, tomo un taxi y fue a casa de Chris.

Al llegar bajo del auto y de inmediato toco la puerta.

- Cariño llego la pizza yo abro - una voz muy chillona dijo al otro lado de la puerta.

En ese momento una rubia de ojos azules y de casi mas de metro setenta abrio la puerta con muy poca ropa, parecia que venia de la playa.

- Am. Tu no eres la pizza, ¿quien eres? - dijo con voz incrédula y mandona.

-No te incumbe, ¿donde esta Chris? - dijo Paula un poco furiosa.

- ¿Paula? - el chico tenia los ojos abiertos de par en par, estaba sorprendido y nervioso.

- No sabia que tu y yo habiamos terminado, ten se los regalo y Chris no quiero nada de ti "Cariño" - Paula dijo furiosa mientras les aventaba los collares en la cara.

Paula se fue del lugar, dejando de lado las suplicas de Chris para darle una explicación.

Tomo un taxi y se fue del lugar pidiéndole al chofer que la dejara en la plaza central de la ciudad.

Bajo del coche con su maleta y una gran funda de guitarra.

Caminó hasta llegar con un chico que se encontraba afinando una guitarra.

- Oye disculpa, ¿no sabes donde pueda vender esto?, honestamente no quiero verla - dijo Paula señalando la funda.

-¿Quieres vendermela a mi?

- Si no tengo que volverte a ver a ti y a esta cosa, si.

- Entonces puedo vendersela a alguien mas - el chico sonrió ante la mirada de extrañeza de Paula.

- Jajaja esta bien, quiero mi dinero de vuelta - dijo Paula sonriendo un poco nerviosa, al parecer el chico era guapo y carismático pero no quería confiar en el.

El se levanto de su aciento para señalarle a Paula que caminara con el.

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