PARTE 1 ~ Alexandra

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Hermosa mujer es Elizabeth, de suaves ojos azulados, casi como si pudieras ver el liso cielo de verano reflejado en ellos. Tersa piel blanquecina, no pálida, algo rosada. Cabellos dorados, suaves tal vez, brillantes al hermoso atardecer. Conciencia liviana, cuerpo ligero, voz de encanto, viento helado el día que ella llegó a mi.

Así vi a Elizabeth la primera vez, así se conserva en mi mente cada vez que la pienso.

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A:

Odio tener que ir a la escuela, realmente no hay nada que me obligue a hacerlo, mi padre murió hace tanto tiempo y mi madre se fue de casa hace algunos años, por supuesto que dejó los gastos pagados antes de irse. No la culpo, ¿quién querría vivir en la misma casa que la hija que le recordaba tanto a su esposo muerto? No sé si es por eso que se fue, tal vez habrá sido por el trabajo de su hermano, mi tío es traficante, es por eso que pudo mantener a mi madre y a mi cuando papá murió, tal vez mamá no quería verse entrometida en los problemas que causaría en un futuro ese trabajo.

Realmente no la odio, tal vez sea porque tampoco la amaba, nunca estaba en casa, no tengo recuerdos que me hagan recordarla con amor. Al que realmente extraño es a papá, por muy ocupado que estuviese siempre llegaba por mi al jardín de niños y comíamos juntos, jugábamos y tonteábamos,  cuando crecí siempre me ayudaba con las tareas que no entendía, pasábamos mucho tiempo juntos. Él era todo lo que necesitaba, todo lo que más quería...

Extraño a papá...

Desde que mamá se fue el tío vive conmigo, aprendí a quererlo, es una buena persona, me hace recordar los momentos con papá, aunque siempre me dice que no debería encariñarme mucho con él porque algún día podría morir a causa del trabajo en el que anda metido, no me importa, quiero a ese viejo aun así.

-- Alex!!!-- se escuchó un grito desde abajo

-- Ahora voy!!! -- contesté de vuelta, que pereza tener que pararme tan temprano

Me levanté aun adormilada y me puse el uniforme, abrí las cortinas de la habitación "ugh, tan temprano y el sol ya está hostigando de esta manera"  pensé mientras tallaba mis ojos.

Bajé las escaleras y observé al tío haciendo un pan tostado como todas las mañanas.

-- Al fin despertó la niña -- dijo volteando y sonriendo burlonamente hacia mi

-- No molestes-- dije un tono de burla y soltando una risa mientras caminaba hacia la mesa

-- Jajaja, y dígame señorita Alexandra ¿Cuándo demonios dejaremos de comer pan tostado todas las mañanas y te decidirás por aprender a cocinar al menos un huevo?-- dijo poniendo mermelada a su pan

-- No jodas!! que yo sé cocinar huevo!! otra cosa muy diferente es que el sartén se queme cuando lo intente-- sonreí y empecé a comer mi pieza de pan. Yo ya sé que debería al menos aprender a preparar el desayuno y no ser tan inútil, es solo que realmente no tengo ni idea de lo que hago cuando entro en la cocina.

-- No te preocupes tanto, viejo, empezaré a asistir a clases de cocina en la escuela esta semana-- le dije tomando mi mochila

-- Viejo?? A quien carajos crees que estas llamando viejo? niña machorra??-- me dijo riendo a carcajadas mientras soltaba un suave puñetazo a mi hombro

--Al menos no soy una marica-- le dije riendo y devolviendo el puñetazo en su hombro -- Ahora me tengo que ir, continuaremos esto mas tarde viejo, no te vas a salvar de esta!!--

Abrí la puerta y antes de salir me volteé hacia él.

-- Así que por favor no mueras...-- le dije seria, con un tono algo entristecido mirando hacia abajo. Él me miro con cariño y me abrazó con esos brazos gordos y peludos que tiene.

-- Nha, ¿Quién diablos crees tú que soy niña? No soy tan débil-- me soltó y me empujó afuera -- Ahora largo de aquí, que se hace tarde!!-- me sonrió, le devolví la sonrisa y comencé mi camino a la escuela.







Dulce encuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora