Capítulo 9

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  Gabriel quedo afásico en su sitio. El sudor frío y nervioso se aglomeraba en su piel como una película brillante. Los ojos desquiciados de su hijo lo dejaron en un estado de cobardía,asombro y desazón que parecían completamente irreales. Su sistema nervioso estaba traicionándolo en ese momento, le daba la orden a sus piernas de correr y de alejarse, pero estassolo flaqueaban de manera temblorosa. Tenía cada vello del cuerpo erizado con tal fuerza que le dolían los poros. Su garganta sabia a sodio y sus pupilas no enfocaban nada.

 Eso era irresoluble. Inaudito. ¡IMPOSIBLE! 

Su hijo resulto ser no solo Homme Mort. Sino también Chat Noir.

 ¡¿Tuvo al uno de sus dolores de cabeza viviendo bajo su mismo techo todo el tiempo?! Obviamente el muchacho ignoraba que el fuera Le Papillon. Eso era no irónico, era másparadigmático. Desde cualquier punto de vista eso era una morbosa sátira loca y chillona que se hartaba de lanzarle latigazos a la cara con cada carcajada.

 Lo peor era que nunca espero que semejante bestia endemoniada habitara en el interior de su unigénito. Tenía que ganar tiempo. Debía ocurrírsele algo para salir de esa situación...vivo. 

― ¿Asuntos pendientes conmigo Adrien? ― intento mantenerse impávido y diplomático. Como si de verdad le fuera totalmente indiferente el miedo a la muerte.

 ―Jojojo...no pretendas poner esa cara de que no tienes sangre en las venas Gabriel...― Homme Mort volvió a colocarse la máscara y soltó una carcajada tan insana y llena decarbonizante alegoría personal y perversión que hizo a su padre tragar tan duro que sintió el hierro de su sangre bajar desde el esófago a su estómago― Siento cada emoción que circulapor esa pequeña mentecita cuadrada que tienes... ¡Hombre si no te has orinado en los pantalones de puro milagro! ¡JAJAJAJAJAJA! ― Luego de esa ráfaga de estridentes risotadas,Adrien apareció justo detrás de su padre quien sintió el peor escalofrió de su vida rasparle la espina dorsal como una uña sucia larga y afilada― Deberías comenzar a correr...vine aquí adivertirme...y no es divertido cazar cuando la presa esta quieta...― Gabriel no supo si fue instinto de preservación, o su hijo le manifestó su ataque a propósito en su mente. Pero el batede hierro casi le rompe el cráneo cuando el muchacho intento conectar un cuadrangular con su cabeza, logro esquivarlo a duras penas y termino falseando el pie, como consecuenciarodó por la escalera quebrándose los lentes en el proceso― ¡ASÍ ME GUSTA! ¡AL FIN MUESTRAS ALGO DE SENTIDO COMÚN COCO CHANNEL! ― se burló cínico el akumatizado. 

― ¡BASTA! ― grito desde el suelo el diseñador― ¡¿ADRIEN EN SERIO PLANEAS MATAR A TU PROPIA SANGRE?! 

―Mhmm...la misma pregunta me hice ayer cuando mate un mosquito...― articulo viendo a la nada sobándose el mentón, pensando en la vida y sus misterios― Ahora que lo pones enesos términos... ¡MEJOR CIERRA TU SUCIA BOCA MALNACIDO IMBÉCIL Y DIVIERTEME UN RATO! ― gritado aquello, Homme Mort sacó un arma automática del bolsillo de su chaqueta ycomenzó a disparar en dirección a Gabriel, los tiros resonaron feroces, ninguno llego a herir al diseñador pues solo fueron un incentivo para que moviera el culo si quería vivir― ¡Bailamonito cilíndrelo! ¡Te daré un premio si lo haces bien! ¡¿Qué te parece otro hueco en el trasero?! ― Gabriel salió a la fuga primero a gatas y luego corrió como condenado cuando sintiólas balas rosarle y quemarle la chaqueta blanca madre perla.

 Gabriel Agreste se sentía en una retorcida pesadilla. Eso no podía estarle pasando a él. NO PODÍA. Duro corriendo un buen tramo de los extensos pasillos cuando escucho el grito no tanlejano de Homme Mort. 

― ¡LUCES FUERA! ― Sin más todas las luces de la Mansión Agreste se apagaron dejando todo a oscuras. Gabriel tropezó con sus propios pies al no ver un trozo de alfombra importadalevantado y se dio durísimo en la nariz, no pudo evitar soltar un sonoro gemido de dolor y cubrirse la zona afectada. Mientras su hijo jugaba con el panel de control de la casa―Pongamos algo de ambiente...― murmuro y las luces volvieron, esta vez con un color rojo opaco, era la luz de reserva pero obviamente alguien decidió encender los focos ahorradores,Gabriel maldijo el día que se le ocurrió la brillante idea de comprarlos de ese tono...bueno siendo diseñador de modas era total y completamente estrafalario a veces...― ¡LISTO O NO AHÍVOY! ― Con el tono juguetón que usan los niños para jugar a las escondidas, Adrien empezó la cacería. 

Le Homme MortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora