Soulmate

1.5K 163 67
                                    


Jungkook creía tener una vida de película, de esas que te provocan envidiar a sus protagonistas. Para empezar, era un chico joven bien educado tanto personalmente como académico, de buena familia, siendo ni muy acomodado ni faltos de recursos económicos, con padres que afectuosamente aceptaron sus decisiones personales incluso cuando éstos incluían a su alma gemela, Yoongi.

Ese chico de tersa piel nivea que había capturado su corazón con una mirada y de quién tuvo la suerte de reconocer el tatuaje de nacimiento que este llevaba en su mano derecha, pues él tenía la otra mitad en la izquierda, formando así una bella mariposa con detalles acuarelados de un color azul intenso cuando colocaron sus manos una al lado de la otra por casualidad en uno de sus muchos viajes en subterráneo (el cual resultó que ambos usaban desde hacía años pero que nunca se notaron). Jungkook aún puede oír los cascabeles y campanadas que oyó la primera vez que juntaron sus tatuajes cada que ve a Yoongi a los ojos; disfruta de ello pues eso significa que su alma gemela corresponde su atracción y eso es su más grande felicidad.

Hoy día no puede imaginarse una vida sin su mayor en ella, incluso cuando muchos de sus seres queridos más cercanos le dicen que no se deje consumir por el llamado "Síndrome de la Unión" ya que a muchos enlazados les sucede que terminan viviendo por y para su pareja destinada desde el primer momento de su encuentro; él lo niega aunque sabe que podría llegar a ser así puesto que no ha dejado de pensar en Min desde que lo conoció seis meses atrás.

En parte se miente a si mismo diciendo que no lo es, que el apresurar su relación es sólo una brillante estrategia para no dejar escapar la oportunidad de tener una larga vida juntos, pues desde la primera cita (Que propuso Yoongi para conocerse mejor antes de siquiera pensar en sellar su unión de almas) el contrario había demostrado ser todo lo que él anhelaba y más, pero es perfectamente consciente de que no es así.

En primera instancia, el pelinegro no tenía nada de mal. Es un adulto responsable, cuatro años mayor que él, serio y de pocas palabras pero apasionado en su trabajo como bibliotecario. Eso no era nada malo pero para ponerlo en palabras simples, era demasiado aburrido y hogareño para un alocado y jovial Jeon. Sus padres desde el primer momento le comentaron como ellos se complementaban y que eso era una excelente característica en una pareja destinada, pero, no convencido con ello, decidió poner a prueba su química más detalladamente mudándose a vivir con su novio luego de sólo tres meses de conocerse, lo cual le llevó a conocer muchas facetas distintas del mayor que terminaron por hacerlo caer rendido a sus pies, como estaba en la actualidad.

Todo había sido miel sobre hojuelas, hasta ahora.

Jungkook sentía que su mundo se derrumbaba bajo sus pies luego de sólo una fracción de segundo que hubiera querido que jamás transcurriera. Puede jurar que su garganta se cerró y su cerebro dejó de recibir el oxígeno necesario para toda función cognitiva, pues ya ni siquiera puede procesar lo que esa pequeña gota negra descendiendo de ese mínimo raspón en la frente de Yoongi debería significar para él.

El mayor parece no haberlo notado pues sigue hablando con normalidad, contándole una anécdota sobre dos adolescentes que se gritaron llamándose desde lados opuestos de la biblioteca al reconocer sus tatuajes de pareja. Pero la atención de Jungkook está totalmente centrada en ese pequeño hematoma ligeramente sangrante que debería significarle algo, es allí cuando lo escucha decirle:

-¿Te sucede algo? Generalmente te gusta oír historias sobre como almas gemelas se encuentran pero hoy estás extrañamente callado... -Allí su cuerpo reacciona y le responde que todo está bien aunque algo dentro suyo le dice que no. Yoongi le sonríe sin más y se acerca a besarlo, él corresponde y lo toma de la cintura, dejando que el contrario tire de él hasta obligarlo a quedar sobre su cuerpo, luego sin recato toma sus manos marcándoles el camino para que las deje adentrarse bajo la camisa ajena y acaricie todo lo que guste. No tardan mucho en desvestirse y acabar en el cuarto que comparten, uniéndose en cuerpo y rrafirmando el lazo de sus almas una vez más.

YoonKook WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora