Estaban a un paso de volver a entrar a la cabaña, juntos, en el pórtico de la misma.
— ¿Sabes? Ésta es mi parte favorita del año — dijo Dipper, lleno de entusiasmo.
¿Qué nuevas aventuras les esperaban? ¿Cuáles serían los grandes recuerdos que se llevarían para contar en el otoño?
— Lo sé, también la mía. Me moría de ganas por llegar — respondió su gemela, sin siquiera dirigirle la mirada, sus ojos estaban muy ocupados admirando la vieja cabaña de madera. Olfateando ese aroma, tan rústico. Sólo lo podían encontrar en Gravity Falls y más específicamente, en el hogar de sus queridos tíos.
— Bien, ¿Estás lista? — preguntó Dipper con un ánimo de nerviosismo.
— Si es contigo, siempre lo estoy — contestó Mabel tiernamente, tomando la mano de su hermano.
El adolescente, al notar ese acto, se llena de confianza, y con determinación, gira el pomo rechinante de la puerta.
Sus ojos se asoman al mínimo vistazo del interior de la cabaña, llenos de curiosidad.
Unas grandes sonrisas se forman en sus rostros al ver a un hombre de avanzada edad, persuadiendo la atención de varios turistas.— Y en ésta sección podrán encontrar... — se detuvo al percatarse de quienes estaban en la puerta. — ¿Me permiten un momento? — dijo abandonando a los turistas, dirigiéndose a paso rápido hacia la puerta, con los brazos abiertos.
— ¡Tío Stan! — exclamaron los gemelos, quienes al mismo tiempo abrazaron al hombre.
— ¡Niños! Sabía que vendrían pero no tan pronto, ¡Apenas comenzó el verano! ¿Me extrañaban? — cuestionó con euforia, sin separar a sus sobrinos de sus brazos.
— Sabes que sí, Tío Stan. Y no solo a ti, ¡Gravity Falls nos llamaba! — respondió Dipper, soltando los brazos de su tío.
— ¿Dónde están el tío Ford, Soos y Wendy? — preguntó Mabel, dando pequeños saltos de emoción.
— Wendy y Soos descargan algunas cosas que encargué para la cabaña. Y Ford, bueno, ya saben dónde encontrarlo. — informó Stan.
— Desempacaremos y bajaremos después, Tío — dijo Dipper, dirigiéndose junto a Mabel a sus habitaciones habituales.
Una vez dentro de su habitación, ambos hermanos se dispusieron a desempacar.
— No sabes cómo extrañaba esto — comentó Dipper mientras ordenaba su ropa en los cajones.
— Sí, también necesitaba vivir esto de nuevo, hermano — respondió Mabel, mientras sacaba todos sus pósters y fotografías para colgar en su altillo y como cada año, clavarse astillas en sus suaves manos.
Entre todos esos pósters, salió una fotografía del primer verano en Gravity Falls, estaban el el bote destartalado del tío Stan, junto a Soos.
Mabel la observó con detenimiento unos cuántos segundos y vio a su "yo" de doce años. Notó que los años no pasaban en vano, es decir, ya tenía quince años, y tuvo muchos cambios... Más bien, tuvieron.
Ella no prestaba verdadera atención a sus cambios y demás, pero en Dipper sí. Su barriga ya no era fofa como antes, y aunque no había heredado los bellos tan prominentes de su Tío, el bello ya era presente en su cuerpo, resultaba más atractivo.
Lo cierto era que aún compartían recamara en su casa, ellos no veían el problema de compartir habitación aún, por tanto era muy fácil notar todos esos detalles.
— Mira Dipper, los años no pasan en vano, ¿Verdad? — dijo la chica llamando la atención de su gemelo.
Dipper se acercó y tomó la fotografía, mientras que Mabel en su distracción, solo desempacaba.
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More than twins...
FanfictionLos gemelos Pines convirtieron el verano en visitas al Tío Stan y el Tío Ford desde sus trece años. Se cumplirían tres años consecutivos donde los chicos iban a pasar sus vacaciones veraniegas a la cabaña del misterio, y vivir más aventuras dignas d...