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Otra vez estuve con el "pequeño atardecer", simplemente observando el sol.

—Dime tu nombre, yo te dije el mío— dije mirándolo.

—No es importante.

Suspiré y me recosté. Vi que me observaba, y yo lo observaba a él. Simplemente nos mirábamos a los ojos, no fue hasta que me sonrojé cuando volvió la mirada al sol.

—¿Por qué te gusta tanto esto?— sonrió levemente.

—Me gusta... comparar a la gente con satélites o planetas. Hubo una persona especial, que me recordaba al sol. Tan alegre y brillante por donde caminara. Pero un día murió y simplemente es todo lo que tengo. Me recuerda a su muerte. El sol llega a ser tan cálido, pero cuando se va tienes miedo, frío. Cuando el sol no está es cuando todos miramos al techo y pensamos en nuestros problemas, es el peor momento del día. Aunque, duermes— hizo una pausa— Varias personas que comprenden mi forma de pensar me han dicho que también soy como el sol, pero... no lo siento así.

Lo miré asombrado. Quién diría que algo tan simple como sentarse a la orilla del mar a ver como se oculta el sol tendría un gran significado.

—Me gusta que el agua salada toque mis pies por que lo represento como lágrimas. El día en que supere su muerte podré alejarme de la orilla, por que ya no habrá más lágrimas.

Parpadeé varias veces, procesando toda la información.

—Tu me pareces a la Luna.

Fruncí el entrecejo y volteé.

—¿Por qué?

—No lo tengo muy claro. Sólo te vi y pensé en la Luna automáticamente. Ya tendré una respuesta luego.

Miré mis pies y los moví, creando pequeños movimientos en el agua, como si de una sirena se tratara, por lo que sonreí. El "pequeño atardecer" volteó y se quedó observándome de nuevo.

—Definitivamente eres una Luna— eso solo me confundió más y decidí no hablar más al respecto.

—¿Era tu novia? ¿El sol?— volteó con una expresión divertida.

—¿Novia? ¿Quién dijo que era chica?

Beside The Beach. (Ryden)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora