2. "Cisne de primavera"

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  También en primavera mueren los cisnes
y ahí flotaba
muerto un domingo
girando de lado
en la corriente
y fui hasta la rotonda
y distinguí
dioses en carros,
perros, mujeres
que giraban,
y la muerte
se me precipitó garganta abajo
como un ratón,
y oí llegar a la gente
con sus canastos de camping
y sus risas
y me sentí culpable
por el cisne
como si la muerte
fuese algo vergonzoso
y me alejé
como un idiota
y les dejé
mi hermoso cisne.

  —  Charles Bukowski (Cisne de Primavera)

2. 

Jackson.

  — ¿Te pidió que cuidaras a quién? — la cuchara de metal brillante pegó unos firmes golpes contra la orilla del tazón de plástico, haciendo que las gotas de leche restante en la misma cayeran justo en el cereal. Acto seguido, el de castaños rizos secó la cuchara con una servilleta de papel y procedió a acercarla a su boca, creando vapor con su aliento, todo con el mero propósito de intentar que el cubierto se pegara a su nariz. La plática de Neil era tan aburrida que ya llevaba haciendo la misma pregunta durante tres veces seguidas, no era su culpa distraerse tan fácil, aparte, sabía perfectamente que su compañero de departamento ya estaba deseando no seguir con su conversación. 

  — A tu madre — finalmente, Neil se había rendido. Se sintió ofendido por el desinterés de Jackson a aquella tarea otorgada a él que Johnny no quería que fuera difundida, por alguna razón. Puso su tazón de gachas de avena en la mesa, poniéndole zanahoria rayada y hasta un poco de sal para empezar a comer como un salvaje. Se notaba que el pobre joven Neil había extrañado preparar su propia comida, sin embargo, a Jackson todavía le irritaba un poco que fuera tan ordenado al momento de desayunar, por lo que veía a su compañero parpadeando con lentitud, una expresión de leve molestia. 

  — ¿Ya acabaste con las bromas sobre mi madre? — cuestionó, volviendo a meter la cuchara al plato de sus endulzados cereales de colores. Neil masticó, fingiendo pensar la respuesta para la pregunta del mayor. Un gesto positivo fue lo que Jack recibió, permitiéndole continuar con lo que iba a decir —. Entonces ya puedes seguir platicándome lo que Johnny te pidió, que no estaba escuchando bien — se excusó, con falsa cortesía, para seguir atacando su desayuno de aspecto infantil.

  — Creo que tienen aislada a la chica que intentó apuñalar al cliente —  retomó el de cabello corto, limpiando con su mano una gota de café que se había escapado hasta terminar en su barbilla — y Simon ya no la puede cuidar porque al parecer tiene mejores cosas qué hacer y yo soy el mono más confiable para continuar con la tarea, ¿Tienes algo qué hacer hoy? — la conversación había avanzado rápido, Jackson apenas había tenido tiempo para procesarlo. 

  — Tenía una cita, pero no es importante — se apresuró a decir, frunciendo el entrecejo —, ¿Quieres que te acompañe? 

— En efecto, iré a ver a la chica en un rato — y, sorpresivamente, el resto del desayuno fue en silencio, nada más que el sonido de la comida siendo masticada y las bebidas siendo tomadas. Hasta el momento, el regreso de Neil estaba siendo más cómodo de lo que esperaba, considerando que esperaba encontrar todo hecho un caos, y Jackson estaba siendo más considerado de lo habitual, probablemente por la culpa de haber logrado que metieran a su mejor amigo a la cárcel. 

Aquellos que querían ser el cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora