||Capítulo 24||

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Narrador: Lana.

—Necesito hablar con él—pedí, al oficial Henry.

Negó.—Se reusa a hablar contigo.

—¡Pero no entiendo nada! ¿Por qué sólo me culpan a mí? ¡Él también asesinó a esas 11 personas!

¿Por qué me haces esto, Dean?

Alzó una ceja y negó.—Son 20 cadáveres.

—¡No!

—¿Entonces qué me dices de esto?—me entregó una bolsa trasparente llena de fotos.

Fruncí el seño.

Abrí la bolsa y saqué las fotos.

—Es mi casa...

—Así es. Y tengo entendido que vives sola. Sin ningún mayor de edad.

Asentí—Pero...¿Qué tiene que ver mi casa, con los crímenes?

Me señaló las fotos.

Eran fotos de cadáveres.

—Fueron encontrados en tu sótano.

—¿Qué? No—reí burlona.—Yo sólo maté a 11.

—Fueron encontrados 20 cadáveres...¿Dónde están tus padres, Lana?

—Fueron a un viaje de negocios, regresan este mes.-susurré.

—Lana. Tus padres son unos de esos 10 cadáveres encontrados.

—¿Qué?—mi voz sonó ronca. Pero no lloré.

—Tú los asesinaste, Lana.—dijo, totalmente serio.

Negué—¡No! ¡Son mis padres! ¡Cómo haría eso!

—¡De la misma forma que mataste a una pequeña niña de 7 años!

—¡No me grite o quedará igual que esa estúpida mocosa! ¡La condenada me sacó la lengua! ¡Sólo le dí su merecido!

Henry se calmó y me miró a los ojos.—De igual manera, confesaste haber asesinado a los 20.

—¿Qué? No. Yo no los maté. ¡Al menos a los 10 restantes!

De su bolsillo, sacó su celular y lo dejó a la mitad de la mesa.

—Explícame esto.

Y la grabación empezó.

—Em...le quité la vida a 20 personas, cierto? A Cassie. El señor de la panadería. La pequeña niña del parque. A la señora de la cafetería. A John, el de la pizzería. A la mejor amiga de Cassie. A la nana de la niña del parque. ¿El perro de ellas cuenta, también? ¡También a las zorras que se te acercaron en el gimnasio! Esos son los que recuerdo.

Era mi voz.

Mi maldita voz.

Dean...él me estaba grabando.

¿Pero, por qué?

—¡Él distorcionó la grabación! ¡Él me engañó!

—¡Él no hizo nada, Lana! ¡Tú fuiste la que lo culpó!

—¡Que no me grite, maldita sea!

Henry suspiró—Tú fuíste.

—¿Por qué le creen a mí y no a él?

Henry me miró burlón—Será porque tú eres la que tiene trastornos mentales. ¿O acaso, ya se te olvidó? Eres una psicópata. ¡Sufres de bipolaridad! y no cabe de mencionar que estás obsesionada con Dean.

Yo estaba conciente de eso.

No eran problemas mentales...

Sólo era una pequeña falla en mi magistral sistema.

No hablé.

—¿Ahora sí estás callada, verdad?

Lo miré a los ojos.—Hablé con él. Entrevístelo. Pero yo quiero ver eso.

Él no respondió y salió de la sala.

Los polícias me conducieron hacia mi celda.

Mi oscura celda...

Dean...yo te amo. ¿Por qué me traicionaste?

Ahora morirás.



Saga Ramé : Obsessive.Where stories live. Discover now