||Capítulo 26||

56 2 2
                                    

Necesito salir de aquí.

Necesito matar a Dean.

Necesito verlo sufrir.

—Lana.

Connor me veía a través de las rejas.

—¿Ya es hora de mi juicio?

Asintió.

Suspiré.

Me levanté, Connor abrió la celda, me colocó las esposas. Y me condujo por el pasillo.

—¡Asesina! ¡Psicópata! ¡Eres mi ídola!

Todas esas palabras se escuchaban al pasar.

Me metieron a un carro de la policía. Parecía un camión. Connor se sentó enfrente mío. Y Damién a su lado izquierdo. Y los dos conductores, claramente manejando el camión.

—¿Sabes que te van a meter a un Psiquiatrico, verdad?

—Primero tengo que hacer pagar a Dean.

—¿Y cómo piensas hacer eso?—río. Pegandole un manotazo al hombro a Connor, mas este no río.

Sonreí.

—Así.

Me quité las esposas. (ya que le había cogido una llave a Connor ayer), le tiré un cuchillo (que me dió Connor), en la mano. Haciendo que soltara el arma. Y antes de que cogiera la radio, Connor se la quitó de las manos.

—Tus ojos reflejan miedo Damién...—me le acerqué. Y me senté a horcadas sobre él. —Sí haces un sólo maldito ruido. Juro que te descuartizo.

Connor le puso las esposas.

—Ve a manejar—le señalé la cabina de adelante.

Connor asintió.

Con cuidado de no hacer ruido alguno. Me encaminé hacia adelante. Y le clavé, el cuchillo al polícia de la derecha, mientras que al policía de la izquierda, Connor le rompió el cuello.

—Ve a las cabañas dónde me encontraron. Ahí debe estar.

Regresé a la parte de atrás.

—Oh. Damién—agarré el cuchillo—¿Estás asustado? Te dije que yo te mataría. Y estoy aquí, para cumplir mi palabra.

—¡Maldita perra!—le hice un corte profundo en la cuello. La sangre empezó a salir. Y quedé bañada de ella.

Me sentía viva.

Lentamente vi cómo su cuerpo dejaba de moverse.

—Yo cumplo mis promesas.

El camión se detuvo.

Llegamos.

Connor abrió la puerta y yo bajé.

—¿Era necesario bañarte de sangre?

—Si—miré al piso—Mira, Connor. No sé por qué carajos te presentaste voluntario para sacarme de aquí. Gracias. Sé que esta será la última vez que me veas con vida. Pero...te puedo pedir algo?

Connor asintió—Claro.

—Sí no salgo viva de esa cabaña—la señalé—Mata a Dean. Y sí es al reves, dispárame tú a mí.

—De acuerdo—vi la duda reflejada en sus ojos, pero asintió.

—Eres un buen hombre, Connor...¿Pero, porqué haces esto?

—Mi hermana...ella era cómo tú. No homicida, era suicida.

—¿Murió?

—Si—miró al pasto verde.

Saga Ramé : Obsessive.Where stories live. Discover now