Más allá de la Mancha
existe atávico lugar,
donde el Duero baña
y el tiempo supo cuidar.Añoro su verde norte
y sus prados al despertar.
Aquellos que mis ojos no vieron
pero que gustaron recordar.¡Ah!
Ojalá volver pudiere
y bajo sus encinas
nuevamente estuviere.Mientras el viento sopla
y la floresta se mece,
bajo tierra española
se encuentra Castilla,
madre de sus haberes.Y en el basto cielo
el águila imperial
llora sus heridas,
expatriados sus hijos,
llora por su suerte.Pues hoy se posa
sobre dos torreones
custodiados
por bizarros leones,
manchados siempre
con la sangre
de mis mayores.